La designación de San Sebastián como Capital Europea de la Cultura en 2016 ha levantado ampollas. La de aquellos que han visto en el fallo del jurado -que el miércoles dictó veredicto eligiendo a la capital de Guipúzcoa frente a Córdoba, Burgos, Las Palmas, Segovia y Zaragoza- excesivos tintes políticos y una influencia determinante del actual panorama político vasco.
Una ecuación que, paradójicamente, el proyecto donostiarra trató de evitar, después de que Bildu se convirtiera en las pasadas elecciones en la fuerza más votada en la ciudad, porque la lógica dictaba justo lo contrario: que con la coalición abertzale en el poder, el título se alejaba de San Sebastián.
El que más alto ha hablado ha sido el alcalde de Zaragoza, Juan Antonio Belloch (PSOE), que ayer pidió al jurado que emita un nuevo informe sin valoraciones políticas. El regidor señaló que los argumentos que sustentan el triunfo de la candidatura vasca «incumplen» la orden ministerial que marcaba los criterios a los que debía ajustarse el jurado, y en los que «no se habla en ningún caso» de aspectos políticos. Belloch calificó el fallo de «disparate» en cuanto se hizo público. En la misma línea se pronunció la ministra de Medio Ambiente y exalcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, que calificó la decisión de «profundo error». La ciudad andaluza se unió por la tarde a la iniciativa de Belloch de acudir a los tribunales si, tras mantener una reunión con el Ministerio de Cultura, constataban que la decisión no se ajustaba a los criterios establecidos. Un bufete de abogados de Córdoba anunció a su vez que prepara una impugnación «de ciudadanos» a la elección de San Sebastián para presentarla ante el Ministerio de Cultura.
Belloch argumentó que el presidente del jurado, Manfred Gaulhofer, había señalado como una de las razones principales de la decisión de los 13 expertos (seis nombrados a propuesta del Ministerio de Cultura y siete por instituciones europeas) que la capitalidad donostiarra podría contribuir al «proceso» de paz en el País Vasco. «Estos señores no tienen por qué entrometerse en cuestiones de política española», ahondó el dirigente socialista y exministro, quien aseguró que si su propuesta prospera y el jurado emite un nuevo veredicto sin juicios políticos y San Sebastián vuelve a resultar ganadora, entonces no habría razón para oponerse.
Burgos, Segovia y Las Palmas, sin sumarse a la iniciativa de Belloch (que remitió su propuesta a todas las candidatas), también pusieron en duda la decisión del jurado. Burgos exigirá al comité de selección y a Cultura que concreten los detalles de la selección, mientras que las otras dos no son partidarias de recurrir.
La candidatura donostiarra volvió a ofrecer una sólida imagen de unidad. El regidor, Juan Carlos Izagirre (Bildu), compartió micrófono con el diputado general de Guipúzcoa, Martín Garitano (Bildu), la consejera de Cultura, Blanca Urgell (PSE), representantes de la oposición en el consistorio (PSE, PP y PNV), y los principales responsables del proyecto de San Sebastián 2016, Santi Eraso y Eva Salaberria.
Izagirre y Urgell rechazaron participar en la polémica. «Nuestra apuesta es justo la contraria a la dialéctica de la confrontación», dijo el primero, que añadió: «Se ha demostrado que, aparcando las diferencias, se pueden hacer las cosas muy bien». San Sebastián celebró ayer su nombramiento con una fiesta abierta a la ciudadanía en el Real Club Náutico.
EL PAÍS, 30/6/2011