EL MUNDO 13/12/12
Cinco grupos catalanes unidos para desobedecer la ley Wert
La cumbre de las formaciones catalanas partidarias de la inmersión lingüística sirvió para confirmar su rechazo común al anteproyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce).
Mientras, en Barcelona CiU, PSC, ERC, ICV y la CUP rechazaban el texto porque supone un «ataque» al sistema lingüístico escolar y una «invasión de las competencias de la Generalitat», en Madrid, al ministro impulsor de la reforma, José Ignacio Wert, algunos diputados le pedían que dimitiera y otros, como el republicano Joan Tardà, le lanzaban duros improperios.
El parlamentario de ERC acusó al ministro de Educación de «estar en la cama con los obispos» y de ser un «terrorista». Pese a todo, Wert está dispuesto a negociar.
La única sorpresa que deparó la reunión de ayer de los líderes de los partidos catalanes que apoyan la inmersión fue la presencia de la CUP. Pese a que el Gobierno catalán no había invitado a la formación independentista, que consiguió tres diputados en las elecciones del 25 de noviembre, dos de sus miembros se personaron en el Palau de la Generalitat y fueron finalmente invitados a participar en el encuentro.
Al margen de esa anécdota, CiU y el Govern usaron la cumbre para transmitir un mensaje de unidad catalana después de su batacazo en las autonómicas, cuando perdieron 12 diputados y se quedaron con 50 escaños en el Parlament. Los partidos se comprometieron a trabajar para que el ministro Wert modifique el borrador, y la consejera de Educación de la Generalitat, Irene Rigau, insistió en que el Gobierno central debería retirar el proyecto.
«Nuestra referencia normativa es la Ley de Educación de Cataluña (LEC)», afirmó la consejera, citando el texto que consagra la inmersión y que fue avalado por los partidos que se reunieron ayer cuando gobernaba el tripartito. Los representantes de CiU en la reunión, Oriol Pujol y Josep Maria Pelegrí, hablaron de actuar de forma casi «unilateral» si el Gobierno mantiene la Lomce.
Esa voluntad sigue el mismo camino que ya esbozó el portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, la semana pasada, cuando apeló a la desobediencia y anunció que la Generalitat no aplicaría el proyecto si no se modifica sustancialmente.
Además, los partidos reunidos se comprometieron a impulsar enmiendas conjuntas a la Lomce en el Congreso y en el Senado para evitar la invasión competencial y para blindar el modelo lingüístico que establece la LEC.
Rigau, sin embargo, abrió una puerta al diálogo. Pese a que hace unos días se levantó y se fue de la reunión en el Ministerio con el resto de consejeros y con el ministro, ayer afirmó que está dispuesta a negociar un texto que no cuestione la inmersión ni vulnere las competencias catalanas.
La posición de los socialistas es más confusa que la de CiU y que la de ERC. «Seguiremos los trámites legales, y si hay algún resquicio para que se aplique la LEC defenderemos esta opción», explicó el líder del PSC, Pere Navarro. El de ICV, Joan Herrera, se mostró partidario de llevar la Lomce al Tribunal Constitucional (TC) si no cambia su redacción cuando sea aprobada por las Cortes.
Rigau también dio por hecho que si el proyecto no se modifica sustancialmente, la mayoría de partidos catalanes alcanzará un acuerdo para recurrirlo ante el TC. La consellera conoció durante su comparecencia ante los periodistas la recepción de un borrador del texto, remitido a la Generalitat, según dijo, a las 17.34 horas de ayer mediante un correo electrónico.
Después de un somero repaso en público, Rigau también lo rechazó porque «no cambia la filosofía del proyecto». El texto mantenía, por ejemplo, que la Generalitat debía hacerse cargo de la educación en un centro privado de los alumnos que no pudieran educarse en castellano en uno público.