EL MUNDO 10/04/13
· Rubalcaba ofreció a Mas «repasar el sistema» y reformar la Constitución.
Acuciado por la crisis económica y por su precaria situación parlamentaria, el Gobierno de CiU ha abierto de par en par las puertas del diálogo. Después de que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se reuniera en secreto el pasado domingo con el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y con el del PSC, Pere Navarro, el Ejecutivo catalán está convencido de que los socialistas se acabarán implicando, tarde o temprano, en la gobernación de Cataluña.
Así lo afirmaron fuentes de CiU ayer. La federación, sobre todo por boca de Mas, ha pedido insistentemente en los últimos días que tanto el PSC como ERC accedan a compartir las sillas del Govern. Los nacionalistas han comprobado que en época de crisis gobernar supone perder apoyos día a día, y no quieren asumir en solitario ese desgaste. El portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, ya insinuó que su Ejecutivo espera un cambio de actitud por parte de los socialistas, que hasta ahora piensan que, si fue CiU quien ganó las elecciones -aunque perdió 12 escaños- y decidió pactar con ERC, son ellos quienes tienen la responsabilidad de gobernar Cataluña.
«Tenemos el convencimiento de que, por la situación grave en la que estamos, el PSC irá haciendo una evolución, a menos que quiera dejar de ser una opción de gobierno para los próximos años», afirmó el portavoz de la Generalitat.
Sin embargo, queda pendiente el asunto fundamental de la consulta, a la que CiU no está dispuesta a renunciar de momento. El PSC la apoya, aunque sea con la boca pequeña y con condiciones, y el PSOE está en contra. «Sorprende la sensación de que se puede estar a favor del diálogo pero que hay cosas de las que no se puede hablar», explicó Homs. CiU estaría dispuesta a estudiar una reforma de la Constitución, como propone el PSOE, siempre que fuera de calado y no se quedara en aspectos que considera «cosméticos». En cualquier caso, tiene intención de defender el «derecho a decidir» de los catalanes, mensaje de su última campaña electoral.
El Gobierno catalán tiene, sin embargo, un problema más urgente que las dificultades para convocar la consulta: los Presupuestos de la Generalitat. Cataluña es la única comunidad que aún no tiene unas cuentas aprobadas, y el portavoz del Ejecutivo catalán recordó ayer, tanto a PSC como a ERC, que «hay que salir de ésta todos juntos». El talante conciliador presidió también las declaraciones de Rubalcaba y de Navarro después de que trascendiera la celebración de la reunión secreta, que tuvo lugar en la sede del PSOE de la calle Ferraz. Rubalcaba confirmó ayer que explicó a Mas su plan de reforma constitucional, en vista de que considera «imposible» llegar a un acuerdo sobre el «derecho a decidir».
El secretario general del PSOE afirmó en Onda Cero que, como entiende que la discusión soberanista «no conduce a ningún sitio», hay que «hablar del fondo de la cuestión», que en su opinión sigue siendo «cómo mejorar la convivencia entre Cataluña y el resto de España».
«Lo que propongo a Artur Mas y a Cataluña es hacer lo mismo que hicimos hace 35 años: repasar nuestro sistema de convivencia y buscar, a través del diálogo, un sistema en el que nos sintamos cómodos», añadió. El líder del PSC, Pere Navarro, se manifestó en la misma línea. En su opinión, la reunión del pasado domingo abre una vía para la convivencia dentro de España, y subrayó que, por fin, Mas accede al «diálogo». «Esta reunión habría sido impensable hace unos meses. Éste es el cambio que queríamos», dijo. En cualquier caso, Navarro descartó la sociovergencia que cada vez más dirigentes de CiU ofrecen a los socialistas.
Frente a todos ellos, el vicesecretario general del PP, Esteban González Pons, afirmó que Mas y Rubalcaba «crean un problema a todos los españoles» al promover una nueva Constitución. «En el PP estamos convencidos de que no necesitamos otra», aseguró.
Rajoy indica a Mas el único camino
El presidente del Gobierno no ve por el momento «ninguna disposición» en Artur Mas para llegar a un acuerdo. Rajoy considera, tras haberse reunido con el ‘president’ hace un par de semanas, que éste sigue manteniendo inalterables sus planes soberanistas. Ayer, en el pleno del Senado, y a preguntas de CiU y del PSOE, el jefe del Ejecutivo reiteró su posición radicalmente contraria al llamado derecho a decidir, insistió en su negativa a proceder a una reforma de la Constitución para satisfacer un nuevo encaje de Cataluña y, además, recordó a los nacionalistas que están en su derecho a reclamar cualquiera de estos dos puntos pero deben hacerlo siempre de acuerdo con los caminos que marca la ley y que no son otros que los de presentar una propuesta ante las Cortes Generales y someterla a votación.
EL MUNDO 10/04/13