ABC 05/07/13
· Acumuló casi cuatro millones de euros de pérdidas pese a haber ingresado 46 millones en subvenciones.
La quiebra técnica de las arcas de CiU que ha constatado el Tribunal de Cuentas en su último informe de fiscalización de los partidos políticos —relativo al año 2008—, desvela también una disparatada espiral de endeudamiento que compromete a la propia formación nacionalista. Según la información contable que año tras año fue facilitando CiU al propio Tribunal de Cuentas, su endeudamiento se disparó en solo cuatro años un 670 por ciento: a 31 de diciembre de 2002 declaró una deuda con entidades de crédito por importe de 2,1 millones de euros, pero al acabar 2006 se había elevado hasta superar ya los 16 millones de euros, umbral que sobrepasaba también en 2007 y que constituye una parte esencial del «patrimonio neto negativo» constatado por el Tribunal de Cuentas en 2008, según el informe cuyas conclusiones avanzó ayer ABC.
A efectos jurídicos y contables, CiU es una entidad en sí misma, si bien es la coalición de los dos partidos miembros: Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) y Unió Democrática de Cataluña (UDC). Estos dos, a su vez, operan también como entidades diferenciadas.
En suma, el entramado de CiU queda conformado por tres entes, cada uno con sus cuentas: la «matriz» CiU, además de CDC y UDC. Y la situación económica del entramado, según el último informe del Tribunal de Cuentas, es apurada. Unió acumulaba ya en 2008 un «patrimonio neto negativo» —más deudas que dinero en cuentas y propiedades con las que responder— de 8.044.676 euros. Y otros 10.726.683 euros la matriz CiU —no Convergencia, como por error se indicó en la información de ayer, que declara un patrimonio positivo de 7 millones—.
Créditos con fluidez
Los multimillonarios «patrimonios netos negativos» situarían a una empresa privada a las puertas del concurso de acreedores y, en el peor de los casos, incluso a su liquidación si no llegara a responder a sus obligaciones de pagos. Para enderezar una situación de este tipo, las fórmulas pasan por inyectar capital, bien mediante aportaciones de los socios, bien con créditos si la empresa en cuestión es capaz de demostrar ante los bancos solvencia suficiente para que se los concedan.
En el caso de CiU, pese a su acelerada espiral de endeudamiento el dinero prestado le fue llegando con fluidez. Hasta tal punto que, según constató también el Tribunal de Cuentas, en 2007 los más de 16 millones de euros de deuda crediticia los tenía sin necesidad de aportar ninguna garantía hipotecaria con la que responder en caso de impago. Le bastó con la genérica garantía de la formación política sin más. El Tribunal de Cuentas detalla que toda esa deuda crediticia había quedado concentrada en una misma entidad financiera.
El acceso al crédito se lo garantizó pese a los números rojos. Unos años declaró cerrarlos contablemente con superávit, pero otros acumuló abultadas pérdidas. El cómputo global del periodo comprendido entre los años 2004 y 2007 arrojó un saldo de 3,7 millones de euros de pérdidas acumuladas. Y eso pese a las multimillonarias subvenciones. En esos mismos años, por ejemplo, CiU ingresó por subvenciones institucionales 46 millones de euros, casi 20 de ellos del Parlamento catalán.
ABC 05/07/13