EL MUNDO 04/06/14
· La consulta y el ‘sorpasso’ de ERC inclinan la balanza, pero el ‘sí’ conserva adeptos
CiU vive un intenso debate interno acerca de qué posición adoptar en la votación de la ley de abdicación del Rey. Los nacionalistas, que tomarán una decisión definitiva en los próximos días, se inclinaban ayer mayoritariamente por la abstención, pero dentro del partido las voces que abogan por el sí, en la línea de la colaboración institucional que ha ofrecido siempre hasta ahora la federación, seguían vivas.
El debate, mucho más vehemente en las filas de Unió que en las de Convergència, se cerrará en los próximos días, y la cúpula de CiU tendrá la última palabra, pero la abstención es la opción preferida en las más altas instancias de la Generalitat y del principal partido de la federación.
Josep Antoni Duran Lleida, portavoz de CiU en el Congreso y líder de Unió, quiso ayer abortar cualquier posibilidad de que el grupo parlamentario se incline finalmente el miércoles por el no –que defienden algunos, pocos, dirigentes– con una comparecencia desde Roma en la que subrayó que «no tendría sentido votar en contra» de la ley orgánica que regulará la abdicación del Rey. «En definitiva, es sólo la aplicación» de un procedimiento previsto en la Constitución, recordó.
Fuentes de la federación añaden que la votación simplemente «constata» la renuncia de Don Juan Carlos, y que por ello no debería dársele tanta importancia, pero admiten que «el momento político hace que tome relevancia».
Se refieren por supuesto al proceso soberanista catalán, que ha enfriado las relaciones entre CiU y las instituciones del Estado –sobre todo el Gobierno, pero también la Corona, con quien siempre hasta ahora había habido química– hasta un punto nunca visto.
La decisión del PNV de abstenerse añade presión a CiU, que acaba de perder las elecciones europeas en Cataluña al verse superada por primera vez por ERC. Sin embargo, representantes en las Cámaras de Madrid y Barcelona de la federación se resistían ayer a dar la decisión por tomada, e insistían en que es prematuro inclinarse por una posición hasta que Artur Mas y su núcleo duro se pronuncien en público.
Ayer no quiso hacerlo el portavoz del Govern, Francesc Homs. Algunos dirigentes de la federación nacionalista mantienen una vaga esperanza de que, una vez que Don Felipe sea coronado, se inicie un proceso de negociación que abra al presidente de la Generalitat una posibilidad de celebrar algún tipo de consulta política entre los catalanes, como ha prometido.
TÍTULOS EN EL AIRE
Cuatro municipios catalanes que dan nombre a títulos nobiliarios que recaen en el Príncipe cuestionan su perdurabilidad tras la coronación. Carles Puigdemont (CiU), alcalde de Gerona, dijo que la ciudad «está más por el derecho a decidir que por la Monarquía». Cervera se plantea pedir la renuncia de Don Felipe al título de Conde de la ciudad, y Balaguer y Montblanc dudan si mantenerlo como Señor y Duque, respectivamente.