ABC 12/11/14
· Mas asume que no habrá pacto con el Gobierno y estudia ya adelantar los comicios
Dos horas de rueda de prensa, pocas novedades y mucha autocomplacencia tras el simulacro de consulta del domingo pasado. Artur Mas, que convocó a los medios de comunicación para explicar su hoja de ruta tras el 9-N, admitió que la carta enviada a Mariano Rajoy para pactar un referéndum a la escocesa no tendrá éxito, por lo que trabaja ya en la convocatoria de elecciones «que sir van como instrumento para la consulta definitiva» y vinculante.
No desveló si éstas serán anticipadas, como tampoco aclaró si su partido, Convergencia, se presentaría con un programa que incluya la declaración unilateral de independencia. El presidente de la Generalitat, que aspira a una lista unitaria o «de país», quiere reunirse primero con los partidos que apoyaron la consulta, CiU, ERC, ICV y CUP, para explorar una estrategia conjunta. Esa ronda de contactos, que comenzará en los próximos días, se hará extensiva al PSC, que apoyó en el Parlamento la ley de consultas catalana.
Y también a la Asamblea Nacional Catalana (ANC), decisiva en la movilización ciudadana y que, tal como informó ayer ABC, tiene sus propios planes de futuro, que pasan por unas plebiscitarias en febrero de 2015, precisamente para evitar que se debilite el proceso. Mas afirma que decidir la fecha de esos comicios «no será un problema» y que en base a esas conversaciones «decidiré las soluciones para acabar este proceso político», dijo. Según Mas, «se habla mucho de elecciones, no me incomoda, dije que era un camino posible, pero ¿para hacer qué? Para hacer la consulta definitiva». Sin embargo, advirtió de que focalizar los comicios solo en clave electoral induce a la confusión y «tenemos que cambiar este concepto, debemos hacer la consulta definitiva y las elecciones solo son el instrumento para hacerla. No confundamos el objetivo». Según Mas, «es la hora de la alta política». Ésta fue la velada alusión a sus socios de ERC, que ahora han dejado en minoría a Mas y que, en un intento de evitar que el líder de CiU capitalice los resultados de la votación del domingo, presionan con las elecciones plebiscitarias inmediatas y con la aprobación de una declaración unilateral de independencia en el nuevo Parlamento catalán.
Considera el presidente autonómico que el 9-N supuso un antes y un después en el proceso soberanista porque, en su opinión, los 2,3 millones de catalanes que votaron expresaron su «voluntad de ser» mediante un ejercicio de «civismo y democracia», lo cual «nos da fuerza como país». Mas valoró que se acudiera a las urnas incluso «bajo presión» de la Fiscalía, que abrió diligencias de oficio para «asustar e intimidar a determinadas personas».
Diálogo permanente
En este sentido, aseguró estar muy tranquilo ante las informaciones que apuntan a la inminente presentación de la querella del ministerio público contra el propio Mas y la vicepresidenta Joana Ortega, por desobedecer la suspensión de la consulta del Tribunal Constitucional. «No hemos hecho nada ilegal», dijo, tras reprochar a Rajoy que «haga política a través de la Fiscalía». Insistió en que «no nos intimidará» la acción de la Justicia.
Pese a estos recelos, el convergente jugará la carta del diálogo. En la misiva no propone ninguna reunión personal con el presidente del Gobierno. Pero sí un diálogo permanente «y constructivo, que ya se tenía que haber hecho».