EL CONFIDENCIAL 28/03/16
· El partido liderado por Rivera es consciente de que ahora «toca esperar» después de haber formado parte de las principales negociaciones para formar Gobierno. Insta al PP a actuar ya
Semana Santa era una de las fechas clave y ha concluido sin avances. A partir de ahora, las distintas fuerzas políticas deben llegar a un acuerdo para formar Gobierno en un plazo máximo de cinco semanas o se enfrentarán a unas elecciones anticipadas que ya tienen fecha en el calendario: 26 de junio. Albert Rivera logró ‘rentabilizar’ sus 40 escaños erigiéndose como la figura del consenso desde el pasado 20-D, que le llevó incluso a firmar un plan de gobierno con el PSOE de Pedro Sánchez, candidato designado por el Rey para optar a la Presidencia que, sin embargo, no se ganó la confianza de la Cámara Baja el 4 de marzo. «Ahora nos toca esperar», asiente un miembro de la ejecutiva naranja, en línea con lo que el líder de centro ya defiende públicamente. «Ciudadanos ha bajado a la arena y ha intentado sentar en la misma mesa a PP y PSOE. Ahora son otros los que deben mover ficha«.
En efecto, los principales dirigentes territoriales refrendaron la estrategia seguida por su partido en estos tres meses. El principal objetivo con unos resultados que auguraban la ingobernabilidad del país (PP y Ciudadanos no sumaban, como tampoco PSOE y Podemos, sin el apoyo -al menos tácito- de los nacionalistas), era aislar la posibilidad de que en un futuro Ejecutivo estuviera la formación de Pablo Iglesias. El reto lo consiguieron sellando un acuerdo con los socialistas por el que Rivera y Sánchez irían en un mismo ‘pack’ e intentarían sumar el apoyo de otras fuerzas. El pacto en todo caso no fructificará sin el sí o la abstención de uno de los otros dos grandes partidos.
El equipo de Rivera intensificó la presión sobre el PP de Rajoy durante las últimas semanas para conseguir una reunión a tres bandas que Génova llegó a rechazar en cuatro ocasiones. Ciudadanos sigue pensando que la mejor opción pasa por que haya un acercamiento con los populares y poder llegar a un acuerdo entre los tres partidos constitucionalistas. La otra posibilidad -que tampoco parece estar de momento encima la mesa- pasaría por que Iglesias y los suyos se abstuvieran, poniendo, eso sí, sus propias condiciones. La reunión entre Sánchez y el secretario general de Podemos este miércoles tras posponer la cita de la pasada semana estaría enfocada a retomar el diálogo y empezar el proceso de deshielo. Alternativa que miembros de la cúpula de Ciudadanos ni siquiera contemplan: «El pacto firmado está hecho de tal forma que Podemos no puede ni siquiera abstenerse», aseguran.
En efecto, durante las negociaciones de las que surgió el documento de 66 páginas con la firma de Rivera y Sánchez, los socialistas José Enrique Serrano y Jordi Sevilla tuvieron un gran peso, como siguen teniéndolo en las mesas de diálogo actuales. Dos grandes espadas de la época de Felipe González que miran con recelo cualquier posibilidad de entendimiento con la formación morada y que, sin embargo, no dudan en mostrar afinidad con el partido de centro nacido en Barcelona.
En este contexto y con la pasividad de la formación conservadora en plena efervescencia, Ciudadanos considera extinguidos sus movimientos en el tablero político. Según confirman fuentes de la dirección naranja, continuarán en la senda de la aproximación con el PP e insistirán previsiblemente en agendar una reunión cuanto antes. Sin embargo, son conscientes de que deben ser los populares los que cambien de actitud. «Podemos hacer poco más. Ya lo hemos hecho todo e intentado todo. Que nos digan lo que no va bien del pacto firmado. Que se pronuncien», explican dirigentes del partido, que sospechan que Génova reaccionará ‘in extremis’ dependiendo de las encuestas electorales. «Es puro tacticismo electoral. Moverán una ficha u otra dependiendo de eso», aseguran.
El problema es que si deciden no hacer ningún movimiento, el adelanto electoral será practicamente inevitable. Las Cortes se disolverán el día 2 de mayo y los españoles acudirán a las urnas en junio. Ciudadanos y PSOE deberán replantearse su estrategia de cara a lo que podría ser ya una inminente campaña electoral, teniendo en cuenta el pacto firmado. Pero al partido de centro es un asunto que, por lo menos de momento, no le preocupa notablemente. Todos los sondeos publicados sonríen al partido de Rivera y valoran en positivo su intento negociador. Por otra parte, los resultados de unos nuevos comicios dejarían en España un panorama similar, con la misma conclusión que el 20-D: sin pactos no habrá Gobierno. De ahí la insistencia del líder de centro al pedir a Rajoy que actúe ya y no espere a septiembre.
Un pacto sólido con el PSOE
Cualquier negociación, según manifiestan ambas formaciones, debe girar en torno al documento firmado por ambas. En Ciudadanos son conscientes de la importancia que tiene mantener una relación fuerte con el equipo socialista, y no romperán de ninguna de las maneras la negociación, al considerar además que eso podría dar la puntilla final al desbloqueo del diálogo de la izquierda. Por eso, Rivera -que sí mostró cierto malestar en la reunión mantenida con Sánchez el mismo día en que saltó la noticia del acercamiento a Iglesias- no quiso entrar en valoraciones públicamente y sus principales portavoces mostraron indiferencia ante los encuentros de la izquierda sin su presencia.
El hecho de que la cita se haya pospuesto es un síntoma de que las discrepancias siguen vivas, y Ciudadanos confía en que Iglesias siga por la senda de peticiones inasumibles. Tampoco en Ferraz están seguros de si encontrarán el enésimo portazo de Podemos o un cambio realtivo de actitud. Por ahora, las dos direcciones tienen algo en común: coinciden en que es urgente formar Gobierno y poner fin al Ejecutivo de Rajoy con «acuerdos amplios».