Ciudadanos Euskadi

DAVID PASARIN-GEGUNDE LINARES – EL CORREO – 06/01/16

· En estas elecciones generales Ciudadanos Euskadi ha obtenido 49.887 votos que suponen más del doble de los cosechados en las pasadas forales. Este resultado le ha llevado a superar claramente el 5% en el territorio histórico de Álava y en núcleos como Vitoria, Donostia, Getxo, Leioa, Berango, Ermua o Irún.

También podría tener presencia municipal extrapolando estos resultados en pueblos como Laguardia, Elciego, Oyón o Labastida.

En Navarra ha obtenido el 7% de los sufragios, en la misma franja que GeroaBai con el 8,6 o Bildu con un 9 y superando el 10% en municipios como Tudela, Cintruenigo, San Adrián o Cascante.

Si hacemos un somero análisis sociológico podemos ver que Ciudadanos se abre paso en núcleos urbanos de renta media y en las zonas menos controladas por el nacionalismo como Rioja Alavesa o sur de Navarra.

El voto de la clase media urbana que ha entendido el mensaje reformador de Rivera y el de quienes no sienten esa presión sutil pero asfixiante que el nacionalismo lleva ejerciendo desde hace más de treinta años en nuestra tierra.

Si analizamos los actos que los “naranjitos” han celebrado en estas elecciones se aprecia una presencia especialmente intensa de dos tipos de simpatizantes. Jóvenes universitarios o con estudios medios y personas en la franja de edad entre los 40 y 55 años profesionales liberales y trabajadores cualificados en su mayoría.

Este análisis, clase media urbana y zonas no nacionalistas, debe servir para empezar a diseñar desde ya la campaña de las autonómicas vascas que están, como quien dice, a la vuelta de la esquina.

Extrapolando los datos de estas elecciones la presencia de Ciudadanos en el próximo Parlamento Vasco podría ser de tres asientos. Un diputado por territorio que aleja el atrincheramiento en Álava que todos podían suponer heredado de la “extinta” UPyD.

Varias deben ser las claves que tiene que jugar el partido de Rivera para mantener y ampliar este resultado. En primer lugar la moderación de su discurso con respecto al Concierto Vasco y al Convenio Navarro en el que Albert ha sabido apelar a la inevitable armonización continental. Será Europa la que nos exija tarde o temprano coordinar nuestro sistema fiscal, no ya con el resto del Estado, sino con el resto de Estados Europeos.

En segundo lugar la cuestión identitaria es fundamental; nadie ha defendido nunca con tanta vehemencia la españolidad de nuestra tierra y la unión indisoluble de lo vasco y lo español como ideas complementarias fruto de una historia común.

En tercer lugar la lucha contra la corrupción. Es cierto que los “peneuvistas” no se han visto tan salpicados como los “convergentes” en este aspecto. Pero no es menos cierto que hay casos insuficientemente denunciados por PSE y PP, el uno “palmero” del PNV en las instituciones vascas y el otro imposibilitado para señalar a nadie con el dedo.

Y por último la cuestión independentista; con un PNV proponiendo fórmulas como la nación foral, Bildu mermado pero vivo y Podemos con diferentes corrientes internas será difícil que nadie trate de sacar los pies del tiesto constitucional. Seguro que Ciudadanos trae un aire fresco a la cámara vasca, que tan reticente suele ser al cambio, y demuestra que desde la sensatez se puede cambiar también una sociedad como la nuestra.

DAVID PASARIN-GEGUNDE LINARES – EL CORREO – 06/01/16