Editores-Javier Elorrieta
Diferentes articulistas, subrayo dos que me parecen analíticamente potentes, José García Domínguez y Miquel Jiménez, han escrito sobre Ciudadanos aspectos críticos importantes, en algún caso con una dureza discutible. Supongo que a muchos les parecerá impecable, aunque se pasen, a mi juicio, de implacables.
Ciertamente Inés Arrimadas se ha desplazado a realizar su actividad política en marco de las Corte Generales, dejando su representación en el parlamento catalán. Aunque ha sido la voz parlamentaria más contundente en la defensa de los valores constitucionales, y su grupo quien más propuestas ha llevado al parlamento catalán, tan bloqueado por el secesionismo. No es gratuito pensar que el problema de Cataluña, debía ser enfocado como el principal problema de España, y por consiguiente (FG dixit) la acción política desde el Estado se hace prioritaria. Algunos analistas también lo han reflejado así, aunque esta opinión ha sido menos escuchada y ha calado menos.
Como escucho por doquier la crítica reiterada que Inés Arrimadas tenía que haber presentado su candidatura a la presidencia de la Generalidad catalana, elevando exageradamente hasta el paroxismo crítico, en algún caso esa dejación. Aunque formalmente se haya explicado que las matemáticas no avalaban esa posibilidad, haciéndola imposible, que el PSC se llamaba andanas, que existía el peligro real , como indefectiblemente iba a ser tumbada esa posibilidad, que fuera aprovechada por los secesionistas para incrementar su propaganda en su campaña internacional. Esa explicación no servía, ni siquiera para atenuar la crítica, amén de otras posibles dificultades normativas. Pero, sobre todo, en caso de que lo hubiera hecho, qué enormes virtudes para su reforzamiento político y el de su partido se supone que hubiera tenido ahora. Qué valor retroactivo dibujarían los críticos, sin artificios, de haberlo hecho. La verdad me resulta complicado imaginarlo.
Otra crítica es el vaciamiento del Partido en Cataluña. Ciertamente Girauta estaba en Europa, antes de ir al parlamento español, al que vuelve a acceder a él, en esta ocasión por una circunscripción diferente. Podría hacer un recuento larguísimo de parlamentarios que no han accedido a la representación de las cortes generales por circunscripciones en la que no han nacido o residido. En definitiva, en el parlamento español se legisla para el conjunto nacional, no para una provincia específica. Y una reforma electoral es básica para una mejora democrática de representación ciudadana, además de urgente para un proyecto nacional de consolidación democrática.
Hoy, en el parlamento catalán, con las vicisitudes que concurren, no siendo la menor la parálisis a la que le condena el conjunto de los partidos secesionistas, más la galbana política del PSC, que ha marcado en gran medida las acciones políticas del PSOE de Sánchez, comenzando por ser los soportes del mismo cuando la crisis que él protagonizó hace que C’s siga siendo la voz más clara de contenido político constitucional. Y mayor en cantidad de propuestas de los grupos parlamentarios. Y salvo la evidente cualidad de Arrimadas, que se ha convertido en una de las voces políticas más lúcidas del panorama nacional, tanto Carlos Carrizosa, como el periodista Nacho Martín Blanco o Lorena Roldán, no desmerecen, a mi juicio, por no decir que mejoran, las de Espejo, Páramo o Fran Hervías, provenientes también de Cataluña.
Estaría más de acuerdo con el criterio expuesto por Xavier Pericay, en que el problema de CS. ha sido más de carácter orgánico. De una gestión organizativa deficiente y de rasgos autoritarios y paralizantes, e inevitablemente contrarios a cualquier viso de eficacia. En el País Vasco, donde no sería exagerado afirmar que C’s ha desaparecido organizativamente. A pesar de que los tres candidatos de última hora en los Ayuntamientos vascos y el nombrado portavoz Luis Gordillo, tienen un bagaje profesional y académico que para sí quisieran los de otros partidos, no ha servido por los enormes errores acumulados por los anteriores responsables, entre los que supongo algo tendrán que ver miembros de la dirección nacional. Había más presencia de Cs. cuando todavía necesitaban recoger firmas para poder presentarse en las elecciones generales que ahora. El capital político humano espantado y despreciado ha sido, a mi juicio, y por lo que he percibido, uno de los factores importantes de esa realidad de precariedad.
Creo que el gran problema de Cs, es la incapacidad de comunicar, a pesar de la aparente obsesión por la comunicación. Hicieron un buen y amplio “casting político”, fueron los únicos que podían haber hecho con sus incorporaciones esa pedagogía, porque así se expresaba de la transversalidad constitucionalista, personas del PP, del PSOE, de UPyD y de la Sociedad Civil como nadie disponía, pero la forma absurda de afrontar esa historia de primarias, aparecer más que como efecto de suma como como efecto de sustitución personal. Así se ha proyectado por muchos medios, y así se ha recibido por una gran parte de la opinión pública, desvirtuó la enorme posibilidad que como ningún otro partido tenía para un crecimiento potente. O hay una profunda reflexión que permita la recuperación de todo ese capital humano valioso que ha sido espantado, y en la práctica política se visualiza esa voluntad, o el panorama no sólo no va a mejorar, sino que puede seguir deteriorándose. Y la política democrática española no está para soportar muchos errores más que los que desde Zp a Sánchez, pasando por Rajoy, viene sufriendo.