Albert Rivera: «Ciudadanos quiere justicia y Podemos quiere venganza»

EL MUNDO – 17/03/15 – ALBERT RIVERA

Albert Rivera
Albert Rivera

· En presencia de Albert Rivera se sigue teniendo la sensación de estar ante la antítesis del político al uso. El presidente de Ciudadanos no se enreda en conceptos huecos, va directo al grano, no mira de reojo lo que otros dicen de él y habla con una fuerza y una convicción que enganchan. De Andalucía a Moncloa, no deja nada fuera del tintero.

Es uno de los líderes políticos del momento y, según las encuestas, tendrá en su mano la llave de la gobernabilidad de Andalucía y puede que también de España. Albert Rivera espeta a Susana Díaz que ni se moleste en levantar el teléfono en busca de pactos postelectorales si sigue arropando a Chaves y Griñán. Recuerda que Ciudadanos no tiene medios de comunicación ni intereses económicos de cabecera y que no están por la ruptura, sino por una regeneración democrática. Señala que estamos ante un momento de cambio histórico similar al de la Transición, que no hará cordones sanitarios ni pactos a base de componendas y que Ciudadanos quiere justicia mientras Podemos desea venganza. Ahí sitúa la diferencia entre ambos partidos.

PREGUNTA.–¡Estará contento! Según las encuestas, Ciudadanos se convierte en una fuerza definitiva para las próximas elecciones, ¿no?
RESPUESTA.–Estamos contentos porque llevamos muchos años defendiendo que España necesitaba una regeneración democrática profunda, una nueva etapa política; no sólo un cambio de personas, sino de reglas de juego. Eso ya se vislumbra muy cerca.

P.–Sí, pero puede ser un galimatías para formar gobierno, porque entre PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos hay prácticamente un empate.
R.– Viendo las mayorías de los sondeos, hay efectivamente empates técnicos y eso da muchas opciones porque, gane quien gane, va a ser la legislatura más importante desde la Transición para impulsar un nuevo proyecto político. Nosotros somos un partido relativamente nuevo, pero no novato, y queríamos presentarnos en toda España con nuestras siglas y no con inventos o coaliciones. En mayo [en las elecciones municipales] vamos a presentar entre 750 y 800 candidaturas, el partido ha multiplicado por siete su afiliación en un año y estamos conectados con la sociedad civil y las redes sociales de forma muy importante.

P.– ¿Dónde se sitúan ideológicamente? Usted en un momento dado habló de que eran un nuevo partido liberal, pero reivindicó el espacio que ocuparon Felipe, Aznar o la UCD en la primera época.
R.– Nuestro ideario dice que somos un partido constitucionalista, demócrata y progresista. Los españoles, en el último sondeo publicado, entre el 1 y el 10 nos sitúan en el 5 exacto, en la centralidad política. A partir de ahí, los de izquierdas nos sitúan a la derecha y los de derechas más a la izquierda. Lo que significa que somos un gran partido de centro.

P.– Es decir, que van a pescar en el caladero del PP y en el del PSOE.
R.– Creo que ponemos muy nerviosos a todos, tanto a los nacionalistas como a los partidos tradicionales que, en vez de hacer autocrítica de por qué pierden apoyo, se dedican a atacar a Ciudadanos por miedo. Si los españoles dejan de votar a PP o a PSOE no es sólo porque nosotros lo hagamos bien, sino porque ellos lo han hecho mal y han decepcionado a mucha gente, y eso no se soluciona con cambios cosméticos.

P.– Las malas lenguas dicen que a ustedes les están impulsando mediáticamente muchos grupos poderoso para debilitar a Podemos, ¿es así?
R.– Nosotros somos independientes, libres; no tenemos medios de comunicación ni intereses económicos de cabecera. Llevamos picando piedra ocho años, luchando en Cataluña contra el nacionalismo para crear una alternativa con unos valores constitucionales para toda España. Ahora estamos en el lugar adecuado en el momento histórico adecuado. España necesita un cambio profundo, pero hay mucha gente sensata que no quiere tirar por la borda lo que se ha hecho en la Transición en este país: la Constitución, el Estado del Bienestar, la economía de mercado y la Unión Europea. Frente a Podemos, que propone una ruptura con todo, nosotros queremos un pacto constitucional, con la economía de mercado regulada y con un Estado del Bienestar. Desde Ciudadanos queremos justicia, mientras Podemos quiere venganza. Ésa es la gran diferencia.

P.– ¿Por qué Podemos es la venganza y ustedes la justicia? ¿Qué les separa a ambos?
R.– Podemos lo que intenta es capitalizar el cabreo de los ciudadanos. De hecho, compartimos parte de su diagnóstico por ese descontento, pero no sus soluciones. Volver al monopolio público, salir del euro o romper la Constitución es retroceder al pasado. Podemos quiere volver a los bandos y eso sería un grave error. Nosotros queremos un cambio profundo, no una mano de pintura, pero con estabilidad. Si vamos a hacer un cambio profundo para que este país sea Italia o Grecia, no nos interesa.

P.– Supongo que el tirón de su partido será usted o la marca, porque la mayoría de los candidatos de Ciudadanos son desconocidos.
R.– Ciudadanos está cotizando muy alto porque llevamos ocho años defendiendo con coherencia unos valores en toda España con el mismo discurso. Es cierto que hay gente que no es conocida, pero a mí tampoco me conocían en 2006. Tenemos gente joven con buenos currículos y hay que dejar que se incorporen a la vida pública profesionales de todos los ámbitos y gente bien preparada, como se hizo en la Transición .

P.– ¿Casos como el de Monedero o Errejón son la debilidad de Podemos? Por aquello de no cumplir con lo que predican.
R.– Podemos es un partido nuevo con ideas viejas. A finales del siglo XX sus ideas quedaron ya enterradas. Además, cuando han jugado a dar lecciones morales llamando a todos «casta», casi rozando el insulto, y se conoce que Monedero tiene 420.000 euros sin declarar y ese dinero puede proceder del Gobierno venezolano, pues eso les quita mucha credibilidad. No están ejerciendo un liderazgo democrático, sino casi mesiánico, y eso les debilita porque la humildad todavía sigue siendo un valor en nuestra sociedad.

P.– ¿Qué líneas rojas se marcan ustedes para pactar con otros partidos?
R.– Vamos a proponer un comité nacional de pactos postelectorales, una comisión delegada de la Ejecutiva del partido que será la que apruebe, deniegue o controle los pactos que se puedan producir en las instituciones. No queremos que los pactos se hagan por carguitos, consejerías, concejalías o por pasteleo. Eso es de lo que están huyendo los españoles y por eso los pactos que se aprueben serán auditados y expuestos públicamente cada seis meses; y si no se cumplen, se denunciará.

P.– ¿Pactarían tanto con el PP como con el PSOE o Podemos?
R.– Política de pactos, por mucho que lo nieguen algunos, va a haber. Negar el pacto es mentir a los españoles. Va a haberlos, pero Ciudadanos no los hará a cambio de un despacho ni de cargos. Nosotros vamos a pactar, no a pastelear, y a mediados de abril daremos las directrices, condiciones y límites de esos pactos. Aunque no vamos a criminalizar ni a hacer un cordón sanitario a ningún partido. No es tan importante con quién pactas, sino para qué.

P.– Según la última encuesta publicada por EL MUNDO, Ciudadanos va a ser la llave para gobernar Andalucía.
R.– Hay un cambio político en España, que está llegando. Nosotros vamos a ser parte determinante de ese cambio y ahora lo único que hay que ver es quién lo encabeza. También está Podemos empujando desde otras ideologías y otras posiciones, pero yo creo que el cambio sensato en Andalucía somos nosotros y, efectivamente, vamos a ser decisivos.

P.– A Susana Díaz le bastaría con el apoyo de Ciudadanos para gobernar y esquivar al PP y Podemos. ¿Estaría dispuesto a darle ese apoyo?
R.– Si el PSOE quiere contar con Ciudadanos, o hace una enmienda a la totalidad y da un giro de 180 grados a su proyecto económico y social en Andalucía y hace una lucha seria y eficaz contra la corrupción, o no hay nada que hacer. Con dos ex presidentes de la Junta imputados por el caso de los ERE, si los mantiene como si no pasara nada nosotros ni nos vamos a sentar a hablar.

P.– Vamos, que para pactar con el PSOE la condición previa sería que Chaves y Griñán estuvieran fuera de la vida pública, ¿no?
R.– Nosotros tenemos un pacto contra la corrupción y por la transparencia, que es para Ciudadanos como las tablas de la ley. En ese pacto se dice que los imputados tienen que irse a casa y que hay que renunciar a los aforamientos. Ésa es condición sine qua non. Es decir, no nos sentaremos a hablar con quien no asuma que va a cumplir ese pacto anticorrupción; si tienen imputados, que ni se molesten en levantar el teléfono.

P.– ¿Y con el PP pactarían?
R.– No vamos a criminalizar a nadie y somos conscientes de que el cambio político que necesita Andalucía no puede pasar por una operación de maquillaje ni por contar los escaños. El PP tampoco es precisamente el adalid de la lucha contra la corrupción. La gente que vota a Ciudadanos está apostando por un cambio profundo en la concepción en la vida pública. O conseguimos ese cambio o nos quedamos en un grupo parlamentario fuerte, en la oposición, controlando al Gobierno; sin más.

P.– ¿Andalucía va a marcar el resto de citas electorales de este año?
R.– Las elecciones andaluzas van a marcar una tendencia. Es verdad que en Andalucía el bipartidismo todavía tiene más influencia que en otras partes de España, pero creo que se va a visualizar la entrada de Ciudadanos con mucha fuerza. El cambio que se acerca viene para quedarse y 2015, con las andaluzas, municipales y autonómicas, las catalanas y las generales, será el año del cambio político total en España.

P.– Una curiosidad, cuando piensa en UPyD, ¿cree que quien ríe el último ríe mejor?
R.– Al margen de encuestas, era de sentido común que los que pensamos parecido estuviéramos juntos. Ciudadanos no es un partido político, es un proyecto para España. A mí me importa más mi país que mi partido y me importa más lo que hagamos para España que las siglas. Ahí UPyD y nosotros tenemos una filosofía antagónica: Ciudadanos tiene como filosofía un proyecto común para reformar y transformar España y UPyD ha construido un partido tras una escisión de una persona del PSOE; y es legitimo que tome sus decisiones. Yo más que buscar las diferencias con UPyD siempre he intentado buscar lo que nos unía.

P.– ¿Cree que todavía hay posibilidad de entendimiento con UPyD?
R.– No lo sé, los españoles van a juzgar no sólo programas electorales sino también actitudes y formas de entender el país y la política. Nunca se puede afirmar que jamás se hará nada. Si algún día hay en UPyD un cambio de rumbo, si cambian de opinión, rectifican y piensan que se han equivocado, nosotros estamos aquí, lo dijimos en su día.

P.– ¿Albert Rivera será el cabeza de lista de Ciudadanos para el Congreso de los Diputados?
R.– No lo sé. Tengo que tomar decisiones personales y políticas. Después de mayo veremos cómo queda el mapa político y si se celebran las elecciones catalanas, que están anunciadas pero aún por convocar. En junio nos sentaremos a tomar una decisión colectiva, de partido.

P.– ¿Se debe mantener en España el pacto no escrito de que en las generales gobierna la lista más votada?
R.– Siempre he defendido que en democracia gobiernan las mayorías sociales, no quien saque un voto más que otro. La lógica en España es que la lista que gana es la primera en iniciar ronda de contactos; pero insisto en la idea, y más con este panorama, de que gobiernan las mayorías y no el que saca porcentaje de votos. Este país necesita estabilidad. No sólo es que ganes, sino que tengas una mayoría que te permita sacar adelante los presupuestos y otras reformas.

P.– Cambiando de asunto, ¿qué le parece cómo se está afrontando en el Parlament el caso Pujol?
R.– Se está demostrando que no estamos ante el caso Pujol, sino ante el caso Convergència. Nadie a estas alturas se cree que Artur Mas no se enteraba de nada, que no sabía nada siendo presidente de Convergència, siendo conseller en cap, la mano derecha de Pujol y el jefe de Oriol Pujol. El señor Mas no sólo conocía los negocios de los Pujol, sino que los inauguraba. Sabía perfectamente y estaba al corriente, le gustara más o menos, pero no hizo nada para evitar esas mordidas.