EL MUNDO – 12/04/16
· Todos los partidos empiezan a tomar posiciones con vistas a la carrera electoral.
· Ciudadanos y PSOE, las dos fuerzas que tras el 20-D alcanzaron un pacto con 200 medidas del que pretendían hacer surgir la semilla de un nuevo Gobierno «reformista y de progreso», ven ahora cómo la fuerza de los hechos está a punto de fulminar su obra.
Ayer, el presidente de la formación naranja, Albert Rivera, advirtió de que, ante el escenario de nuevas elecciones, su acuerdo con los socialistas «decaerá». Y lo afirmó al mismo tiempo que su partido redobla el llamamiento al PP para que se siente a negociar, aun a sabiendas de que los socialistas rechazan de plano un compromiso de Gobierno con los populares.
Rivera insiste en que ahora, a falta de dos semanas para que se llegue al punto de no retorno que imposibilitaría cualquier negociación y abocaría inevitablemente a elecciones, es necesario mantener en pie la propuesta de una reunión entre los equipos negociadores de las tres formaciones constitucionalistas (PP, PSOE y Ciudadanos).
Cree que es ya la única posibilidad que se puede explorar para evitar la repetición de los comicios, pero al mismo tiempo reconoce ser consciente de que los obstáculos que existen entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy convierten el empeño en casi un imposible.
Él declara estar dispuesto a ser en última instancia quien levante el teléfono para intentar desbloquear la situación aunque reitera que ése es un paso que debería dar alguno de los dos líderes principales.
«No tiramos la toalla», aseguró Rivera, para quien no hacer un esfuerzo hasta el último minuto «sería una irresponsabilidad». Él quiere creer que el PP, finalmente, se avendrá a sentarse a la mesa para intentar formar un Gobierno «reformista, constitucionalista y sensato». Ahora bien, Rivera también deja claro que el encuentro debe ser entre equipos y no entre líderes. Una cita así no sería conveniente, mantiene, porque la «fotografía» que ofrecería sería la del «desencuentro».
Más aún, el presidente de Ciudadanos ya no habla del pacto firmado con el PSOE como de la base inamovible sobre la que fundamentar un hipotético pacto con el PP. Ahora lo defiende en la medida que incluye un conjunto de puntos que podrían ser fácilmente aceptados por los populares y otros que podrían ser matizados con las ideas que estos presentaran. «El acuerdo», aseguró ayer, «no hay que tirarlo sin más por la ventana».
Así, las estrategias de unos y otros comienzan a reencauzarse en el convencimiento de que finalmente habrá que repetir los comicios. Se niegan a admitirlo abiertamente pero de sus propios planteamientos no cabe inferir otra alternativa.
El PSOE ayer, por boca de su portavoz parlamentario, Antonio Hernando, dio por zanjada cualquier posibilidad de pacto con Podemos. «Iglesias ha bloqueado el Gobierno del cambio y el cambio de políticas. El tiempo de las ofertas se acabó; hemos constatado que Iglesias no es de fiar», afirmó.
De esta forma, el jefe del equipo negociador socialista cerraba, ya sin titubeos, la puerta a la fórmula del pacto entre las fuerzas de izquierda más las de corte independentista. Y, a continuación, obturaba también el segundo camino con posibilidades de sumar: el acuerdo de gran coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos. «He leído», explicó ayer el portavoz socialista, «que Rajoy iba a ofrecer a Sánchez… [una vicepresidencia, según informaba EL MUNDO]; no, gracias. La mayoría social quiere cambio y eso pasa porque no esté Rajoy. Que se ahorre el ofrecimiento».
Con sus palabras, Hernando venía también a taponar las esperanzas de su hasta ahora socio de pacto, Albert Rivera, de dar alas a un entendimiento con el PP para intentar in extremis la formación de un Gobierno estable, hablando primero de propuestas y sólo al final de nombres y cargos.
EL MUNDO – 12/04/16