A un mes de la celebración de la Asamblea General de Ciudadanos, y tras unas semanas de polémica por la propuesta de Ideario y Estatutos de la dirección de Albert Rivera, desde su equipo han modificado la redacción de la propuesta de estatutos en cuanto a la persecución de las críticas internas. Así, si hasta ahora se consideraba infracción muy grave –con riesgo de expulsión– «la creación o participación en corrientes de opinión que sean contrarias a los intereses del partido», ahora la dirección ha modificado la redacción para cambiar «corrientes de opinión» por «grupos organizados».
Pese a que la propuesta de estatutos fue aprobada por el Consejo General de Ciudadanos –máximo órgano del partido entre asambleas–, la polémica generada por el plan del equipo de Rivera ha llevado a su Ejecutiva a cambiar la redacción, sin que sea aprobada por este órgano, para evitar una revuelta en la celebración de su Asamblea en el primer fin de semana de febrero.
El cambio es sustancial, puesto que se delimita ese riesgo de expulsión, ya que las corrientes de opinión abarcan opiniones contrarias a las decisiones de las direcciones, mientras que los grupos organizados conllevan un cariz premeditado.
Fuentes de la dirección de Ciudadanos explican este cambio en el hecho de que en la formación naranja las corrientes internas dejaron de existir en 2011, cuando se eliminaron de los estatutos. Ponen de ejemplo que antes de ese año sí existían corrientes como Ciudadanos Liberales o Izquierda Cívica. De hecho, algunos dirigentes veteranos recuerdan que esas corrientes internas casi provocan la desaparición del partido en 2009, debido a las luchas internas y el ruido y la tensión que generaron dentro del partido. Fue uno de los momentos más difíciles que Rivera ha vivido como presidente de la formación.
En todo caso, en la actualidad, y pese a que la dirección no contempla que haya corrientes internas, Ciudadanos sí cuenta con grupos de trabajo críticos que se muestran contrarios a algunas decisiones de la dirección. Es el caso de TranCsparencia, que agrupa a unos 400 afiliados, y Valores C’s. Precisamente, el primero de estos grupos de trabajo ha presentado una enmienda a la totalidad de la propuesta de los estatutos, para mantener los actuales y evitar que se persiguieran las corrientes internas de opinión. De hecho, consideraron la propuesta de la Ejecutiva como «golpe de Estado a los principios fundacionales».
Con todo, aún está abierto el plazo de enmiendas que las agrupaciones de militantes pueden realizar a las propuestas de la dirección. Los grupos de trabajo elegirán 20 de estas enmiendas, y después en la web del partido se podrá votar entre todas las rechazadas y se introducirán las cinco más votadas. Todo ello deberá ser debatido y aprobado en la Asamblea del 4 y 5 de febrero, a la que asistirán 600 compromisarios.