VICTORIA PREGO – EL MUNDO – 22/06/16
· Fue un acto de los que de vez en cuando convoca Libres e Iguales, la asociación que tiene como programa y como objetivo la defensa de la Constitución de 1978, lo que significa la defensa del pacto esencial que alcanzaron los españoles y que nos ha proporcionado décadas de libertad en igualdad de derechos.
Y es notable, y significativo, que tenga sentido y sea oportuna la convocatoria a los ciudadanos para expresar públicamente nuestro respaldo a la Carta Magna. Y eso es porque nuestra Constitución es ya para muchos españoles un texto contra el que se debe actuar por el procedimiento de incumplir sus preceptos o bien por el procedimiento de declararla inservible, superada, incapaz de dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos de hoy.
Contra estas falsedades, que han crecido extraordinariamente en los últimos años sin que hubiera voces que se levantaran con vigor para defender su vigencia y su necesaria, imprescindible existencia, contra esta corriente, nació Libres e Iguales.
Ayer, en un teatro abarrotado que no pudo acoger a toda la multitud que se quedó en la calle porque no pudo entrar, personas de distintas edades, procedencias políticas e ideologías, acudieron a la llamada de esta asociación para, por parejas, elegir un artículo de la Constitución y hacer un breve comentario sobre su valor o su utilidad. Las parejas estaban formadas por un viejo y un joven con hombres y mujeres en las dos categorías. Y allí, en un ambiente agradable, cargado de humor, se dijeron cosas importantes y sensatas.
Cosas que se resumen en una: esta Constitución, que nadie dice que no pueda ser reformada en lo necesario, está en la base y explica plenamente el régimen de libertades en el que hemos vivido todos estos años. Y es el bastión que nos va a proteger de tanto intento de romper nuestro pacto de convivencia y de tanto proyecto de darle la vuelta al sistema que nos hemos dado. Por tanto, a esta Constitución hay que defenderla porque ella nos defiende a nosotros de las pulsiones secesionistas, de las tentaciones totalitarias y de la imposición de los populismos.
¿Reformas o enmiendas?, decía Cayetana Álvarez de Toledo en la intervención que cerró el acto. Porque no es lo mismo, decía, porque las enmiendas exigen concreción y la reforma abarca todo un universo en el que se puede navegar eternamente sin llegar a abordar nada concreto. La Constitución aguantará las enmiendas que sean necesarias, pero a las que se llegue después de un acuerdo muy mayoritario. Pero mientras eso sucede y no sucede, un grupo de ciudadanos libres se reúne de tanto en tanto para hacerle un homenaje político y público.
VICTORIA PREGO – EL MUNDO – 22/06/16