Buena parte de la mayoría silenciosa de catalanes contrarios a la independencia decidió ayer alzar la voz y participar en la manifestación convocada por Sociedad Civil Catalana por el centro de Barcelona. Los organizadores calcularon más de 15.000 participantes, aunque la Guardia Urbana bajó el número a 6.500. Un éxito, en todo caso, en un movimiento, el del antisoberanismo, que no está acostumbrado a movilizar cifras tan altas de participantes, ya que la mayoría de ciudadanos contrarios a la independencia prefiere no manifestarlo en público. Por eso, ver ayer a miles de asistentes llenar la plaza de Sant Jaume, frente a la Generalitat, con miles de banderas españolas supuso un importante golpe de efecto para los partidos y entidades a favor de la unidad de España, que ven cómo el soberanismo acostumbra a jugar mejor la baza de las convocatorias multitudinarias.
Sociedad Civil Catalana vio así cómo el antisoberanismo respondía a su llamamiento para protestar contra el uso partidista de las instituciones catalanas, principalmente al Parlament y el Govern. «Estamos aquí para dar un toque de atención porque la democracia, la convivencia y la libertad están en peligro ante un proceso contrario al orden y la legalidad», remarcó el vicepresidente de la organización, José Domingo, quien lamentó «el golpe de Estado institucional perpetrado» por los partidos independentistas, que puede «romper la paz social» en Cataluña mediante el proceso soberanista.
Ciudadanos y Partido Popular estaban ampliamente representados en la manifestación e incluso algunos de sus miembros fueron en la pancarta que encabezaba la marcha junto con otras personalidades como el periodista Albert Castillón, la ex docente Dolores Agenjo, el abogado José María Fuster-Fabra o el catedrático Francesc de Carreras. Por parte de C’s acudieron Carlos Carrizosa, Sonia Sierra, Sergio Sanz, Elisabeth Valencia, Carina Mejías y Carmen de Rivera, mientras que por el PP fueron Alberto Fernández Díaz, Javier Mulleras, María José García Cuevas, Fernando Sánchez Costa y Sergio Santamaría. El PSC decidió no sumarse oficialmente a la manifestación, aunque acudió el diputado socialista David Pérez a título personal.
Al llegar a la plaza Sant Jaume, Agenjo y Castillón leyeron un manifiesto que acusa al independentismo de estar «dañando gravemente la convivencia, la democracia y las libertades», y remarca que el soberanismo utiliza las instituciones catalanas para «convertirlas en instrumentos de sus propósitos ilegales e ilegítimos».
Sociedad Civil cree que «es hora de decir basta» y recuerda: los catalanes «hemos sido muy pacientes permitiendo a los nacionalistas apropiarse de nuestras instituciones, sustituir las banderas que nos representan a todos por esteladas» y «hemos visto cómo desobedecían las órdenes de los tribunales y acosaban a quienes pedían el cumplimiento de las sentencias». El presidente de la entidad, Mariano Gomà, añadió: «somos la mayoría y estamos en el lado correcto de la historia», y lamentó que el procés busque «la impunidad» de «corruptos que anteponen sus intereses personales al interés general».