EL MUNDO – 11/06/16
· Un decreto permite a miembros de BComú ocupar cargos pensados para funcionarios.
· Ada Colau está utilizando una argucia legal para que personal externo afín al Gobierno de Barcelona ocupe puestos directivos del Consistorio.
La alcaldesa de la capital catalana firmó un decreto el 20 de noviembre de 2015 por el que establecía que hasta 35 direcciones «podrán ser ocupadas por titulares que no tengan la condición de funcionarios». Esa orden directa de la alcaldesa le está permitiendo situar en puestos destacados del organigrama técnico del Ayuntamiento a miembros de Barcelona en Comú (BComú), personas que incluso formaron parte de su lista electoral en las elecciones municipales o trabajadores que en el pasado estuvieron vinculados profesionalmente en el pasado a comisionados o gerentes del actual Gabinete. Hasta seis de los recién nombrados directores cumplen alguna de esas condiciones, y las designaciones continúan.
El proceso de selección de este personal directivo, retribuido con 64.520 euros brutos anuales, se está realizando mediante concursos abiertos a los que puede concurrir cualquier ciudadano con estudios universitarios que acredite una experiencia mínima de tres años en «lugares de dirección» y cumpla requisitos tan abstractos como «poseer la capacidad funcional necesaria para el desarrollo del puesto de trabajo convocado». A algunas de las fases selectivas han llegado a presentarse más de 40 candidatos, pero en muchas de ellas el ganador ha acabado teniendo un vínculo con cargos del actual Gobierno municipal. «Hacemos porras entre los funcionarios sobre quién va a ganar y acertamos», relata un empleado público del Consistorio a este diario. Otro considera que el sistema de selección está hecho «a medida».
A través de uno de estos concursos fue nombrada el pasado 4 de marzo Marta Grabulosa como directora adscrita a la Oficina de la Gerencia Municipal. Grabulosa pasará a ser la mano derecha de Jordi Martí, el actual gerente, después de haber sido su jefa de Gabinete durante el pasado mandato, cuando Martí era el líder del PSC en el Ayuntamiento.
El pasado 10 de marzo, otro de estos procesos de selección acabó con el nombramiento de Óscar Abril como director de Sectores Culturales e Innovación. Abril no era un desconocido para Colau, pues ocupó el número 33 en la lista electoral de Barcelona en Comú (BComú). Hasta 22 candidatos optaron al concurso que acabó ganando el directivo de Colau, destituido el pasado año como director del Centro de Arte y Creación de Gijón tras unos meses en el cargo.
Similar es el caso de David Llistar, un miembro de BComú convertido en director de Servicios de Justicia Global y Cooperación Internacional tras imponerse en un concurso frente a 16 candidatos. O el de Davide Malmusi, que venció a ocho aspirantes, y el 10 de marzo fue nombrado director de Servicios de la Salud. Este ex investigador de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, sin experiencia como directivo, hizo campaña por Colau e incluso se adhirió a un manifiesto de sanitarios que pedía el voto para BComú.
Aida Guillén se convirtió en la nueva directora de Servicios de Derechos de Ciudadanía e Inmigración tras superar en otro de estos procesos selectivos a 21 aspirantes. Como gerente del Instituto de Derechos Humanos de Cataluña, Guillén colaboró estrechamente con el observatorio DESC, la ONG en la que estaba empleada Colau.
Finalmente, Ester Vidal, nueva directora de Servicios de Economía Cooperativa, Social y Solidaria compartió proyectos con Jordi Via, comisionado de la misma área de Gobierno y, por tanto, su jefe. Vidal y Via crearon juntos la Federación de Cooperativas de Trabajo de Cataluña.
EL MUNDO – 11/06/16