Javier Elorrieta-Editores
Ya comenté en su tiempo, que la parte menos mala de todo lo ocurrido en la gestión de la pandemia es que no estaba el centro-derecha en la gestión del Gobierno. Ya el PP de Rajoy-Santamaría había derrochado la mejor situación electoral que hubiera permitido un enderezamiento de la ruinosa singladura en las que nos metió el tandem Maragall- ZP con el Pacto del Tinell, el proceso autonómico anticonstitucional que nadie demandaba, y que apenas votó la mitad del censo en Cataluña, lo que daba la ficticia dimensión de su demanda, tras la ruptura de los Pactos de Estado en la época de Aznar.
Recuerdo cómo se analizaban en España los accidentes o las subidas de la luz, o los incendios. Sólo hay que ponderar las declaraciones de uno de los gurus más cínicos y mejor considerado historicamente de los medios pro-PSOE como Iñaki Gabilando. Está en Youtube. Lo que decía sobre cómo abordar el asunto del Ébola y posteriormente el Covi 19. Tienen en directo, sin trampa ni cartón, le expresión «Top» del cinismo periodístico.
Por eso quiero destacar el apunte ,indiscutiblemente certero, de Isabel San Sebastián de que la agitación, el sectarismo ,la asimetria crítica , está en las formaciones, organizaciones, chiringuitos y medios pro-gobierno Frankestein.. Que los mayores peligros para la democracia y la convivencia en libertad en España se ubican en los sectores del Gobierno PSOE- Podemos y sus soportes parlamentarios.
No hay ni un sólo argumento que altere este diagnóstico. Se pongan como se pongan, las llamadas «izquierdas». Sean definidas, indefinidas,despistadas, ancladas,reaccionarias, mediopensionistas, o jacobinas.
He oído, otra vez a Borrell. La ridícula división que ha establecido en Europa, entre los que quieren despoblarse antes que mezclarse: ha sido de traca demagógica. Cada vez más decepcionante.
Como no entiendan. Y ya hay demasiadas realidades en Europa para no seguir siendo tan estupidammente suicidas, que sin regulación seria y efectiva de los movimientos migratorios, para que se pueda desarrollar una emigración de integración civilizatoria y no de sustitución arrasadora de los valores y derechos de ciudadania. Y Borrell y gran parte de la burocracia europea no lo entienden.
Por cierto ,,hasta las políticas de estímulo de natalidad se las dejan exclusivamente a los que de verdad no quieren mezclrse con sus anfitriones sino sustituirlos en todos sus valores.
El «retroprogresismo» definido de» izquierdas», con sus victimismos, identidades, indigenismos, racismos, sexismos, revisionismos historicos es la gran pandemia que está asolando, como fantasma amenazante,desde California hasta Austria . desde la Tierra del Fuego hasta Canada.Y que más daño está haciendo la civilización occidental y el soporte de derechos y libertades en los que se asienta.
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