Del blog de Javier Elorrieta
Fue en los años setenta del pasado siglo que una campaña antinuclear con un sol en el centro de la propaganda apareció ,de forma simultánea ,por todo Occidente. No había redes ,ni internet, ni las posibilidades de información y propaganda que ahora . Era evidente que una campaña de aquella magnitud, con logo igual a nivel internacional sólo podía ser promocionada desde una potencia. Y era poco dudoso, aunque no se denunciaba, que quien la promocionaba fue , precisamente, quien la que peor usó la energía nuclear para uso no bélico, que fue la extinta URSS. Chenobil fue el exponente más conocido. Pero sólo en los paises de democracia liberal se desarrollaba la campaña contra su uso. Probablemente fuera España, con la paralización de Lemóniz tras los atentados y los asesinados por el terrorismo de ETA, quién más pago las consecuencias de esas campañas que tanto influyeron en una opinión pública totalmente engañada.
Hoy en día ya se considera la energía nuclear como adecuada a parámetros de contaminación. Tras el desastre de las políticas energéticas en Europa, más bien Alemania y España.Que junto a la política de puertas abiertas a la emigración ilegal han sido dos de los ejes del desastre en Europa. Y los gtandes errores de Angela Merkel en Alemania. Y que ahora explotan con fatales consecuencias.
En la actualidad los aspectos más adecuados, a mi juicio, para abordar con criterio que se ajuste a «lo cierto»l, es la comprobación de su ajuste con la realidad. Y ya sólo es posible y lo han conseguido en cierta medidaa las redes. No es fácil, y todavía no está al alcance de comprobación del todo el mundo. De tal forma que los medios tradicionales tienen un peso de alteración de la opinión pública, distópico sobre lo real muy importante. Y por eso es en ese campo donde quieren influir, con leyes de control los poderes estatales. Caí en la cuenta cuando veía informaciones y documentales a través de youtube. Y comprobé que ya en su primera legislatura de Trump veías algunas ruedas de prensa que no tenían nada que ver con la ridiculización y caricatura que se hacía en los medios en España. Que todo el tratamiento de los problemas del conteo de votos por correo, tras cambios normativos al respecto y en los Estados donde se dieron, y de los que se evaluaban, antes de las elecciones en USA, no se correspondía con la sensación que se percibía tras ver cómo se trataba en los medios de España. Al final sólo quedó la movilización frente al Congreso con un tipo ridículo disfrazado de no sé que con un atuendo con cuernos en la cabeza.
Cuando ví un reprotaje que la RAI italiana había emirido tiempo antes de lo del COVID sobre las investigaciones sobre virus en China en los que participó la empresa PFIZER en Wuhan ,era evidente que salió de allí lo que fue una pandemia global. Sólo había que ver aquel documental, que era previo al estallido del COVID. Jamás vi que lo repusieran. También cuando una valoración de Axel Kaiser en un podcast suyo sobre el informe Barrington fue anulado de Youtube. Tiempo absurdo negando su origen. Y criticando con la mala fe de quien sabe que miente, el que coloquialmente ciertos políticos denominaban «el viruas chino».
Ciertamente los sesgos podrían oscilar hacia una u otra vertiente de aquello que se discuta. Por eso es fundamental el esfuerzo intelectual para no caer en el sectarismo y el de cotejar tanto datos como argumentos.
Sé que todo llevará su tiempo. Pero supongo que los que se han comprometido con la denominada «batalla cultural» contra el puzzle Woke, Socialismo del Siglo XXI , Islamismo y el gobalismo, del retroprogresismo de los que confundieron Cultuta con Civilización, al proponer la «Alianza de Civilizaciones «. Las posiciones por la Libertad vayan consolidándose.
Y es fundamental insistir en los datos reales. Y no sería malo comprobar la realidad comparada , con cifras, en los paises de Europa desde comienzo del Milenio a la situación actual. Y ser categóricos en señalar el enorme retroceso de los últimos veinte años en parámetros de convivencia, bienestar y libertad.
Por eso destaco el artículo de Mikel Buesa. Pero no dejen de leer ninguno. Incluidos los editoriales con los que no suelo estar de acuerdo.