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Ha dicho el presidente que la política exterior española no va contra nadie. Parece que su categórica afirmación tiene excepciones, el gobierno ha mantenido una política claramente de oposición a Israel, también se ha opuesto a la «acción exterior» bélica de Rusia. Debemos recordar que retiramos el embajador de Argentina.

Pero aceptando que esa angelical afirmación es cierta, es un tremendo error si no se complementa. No va contra nadie, pero tenemos amigos, socios y aliados. No vamos contra nadie, pero pertenecemos al eje atlántico, no vamos contra nadie pero estamos en la OTAN, no va contra nadie pero defendemos unos valores muy claros.

Podemos comerciar pacíficamente con todos los países, también con dictaduras y regímenes autoritarios, pero no son socios de nuestro club.
No vamos contra nadie, pero sabemos que EEUU es algo distinto y mas importante que Trump. No vamos contra nadie, pero somos socios de la Unión. Podemos tener divergencias , conflictos y enfrentamientos con Norteamérica, pero son nuestros amigos, también cuando viven tiempos oscuros y tristes.

Lo peor que nos podría pasar a los españoles no es que nadie supiera donde estamos, lo mas grave sería simplemente que no estuviéramos en ninguna parte, como tantas veces nos sucedió en el pasado.