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Zapatero alardea de su relación con Maduro. No se nos debería olvidar que nadie es un simple espectador en la lucha por la libertad en Venezuela.
Mariana González, 16 años , acaba de salir de una cárcel venezolana. Durante los meses que estuvo la dejaron amoratada y le privaron de sus más mínimos derechos . Quedan otros 2.000 presos políticos, entre ellos casi 50 menores de edad. Sigue en la cárcel Chelsea Correa , también de 16 años, sin saber porque está en esa mazmorra oscura y húmeda.

Zapatero apoya esa dictadura . Unas ocasiones con locuacidad, otras con sus avergonzados silencios y siempre con sus múltiples guiños , nos habla muy claramente de su apoyo a Maduro, aunque los incrédulos profesionales de la izquierda y los tontos útiles nos pidan tiempo para que las «componendas diplomáticas» consigan hacer realidad los resultados electores de Venezuela o , por lo menos, liberar algunos venezolanos injustamente privados de su libertad, para justificarse ante quienes no necesitan sus justificaciones.
La decisión de nombrar embajador en este momento, justo antes de la proclamación en enero del presidente de Venezuela, nos dice diáfanamente que también el gobierno apoya a Maduro. Y la persona que han nombrado, Álvaro Albacete, confirma ese apoyo al dictador Maduro.

Cuando Zapatero desprecia la libertad de una sola persona en Venezuela, desprecia la de todos y en todos los lugares.

El gobierno español no estuvo en los brillantes actos del «renacimiento» de la catedral de Notre Dame en Paris, donde se congregaron dirigentes de 40 paises . Su sectarismo mezclado con ignorancia les hizo creer que lo más acertado era no «pisar suelo sagrado» , les sobra con apoyar a Maduro y acudir a los cónclaves de Puebla para confraternizar con lo mejor de cada casa. Y así caminamos hacia la irrelevancia total …