- Además de la corrupción económica, esta trama sugiere otra rama delictiva para hacerse con el poder y anular al Estado de derecho
La UCO, el Tribunal Supremo, algunos medios de comunicación decentes y un par de jueces de instrucción valientes ya le están haciendo a Pedro Sánchez esas auditorías manipuladas que él siempre anuncia haber hecho o promete hacer, para examinarse y aprobarse a sí mismo, cuando las curvas de su corrupción endémica amenazan con despeñarle por el barranco de las consecuencias políticas y, tal vez, las responsabilidades penales.
Y lo que sale son una especie de Episodios Nacionales del fraude, la estafa, la mordida, el dedazo, la trampa y el delito; todo ello aderezado con el ingrediente hortera de los prostíbulos, las mujeres alquiladas, los restaurantes caros, los casoplones y la juerga soez, como si el propio origen de Sánchez, impulsado por su suegro proxeneta, fuera una especie de luz verde para las andanzas garbanceras de toda esa chusma.
A cuyo frente estaban el general secretario de Organización y el ministro de Obra Pública: el que mandaba en el partido, y, por tanto, en todas sus administraciones desde los ministerios hasta las comunidades y ayuntamientos; y el que lo hacía en las inversiones con dinero público, una simbiosis perfecta para hacer prosperar a una red mafiosa bien engrasada.
Pero Ábalos y Cerdán, junto a Koldo, también son los elegidos por Pedro Sánchez, o los que eligieron a Pedro Sánchez, para presentarse y ganar las primarias del PSOE metiendo algún voto de más en las urnas; para presentar una moción de censura infame tras perder estrepitosamente en las urnas dos veces en seis meses y, por último, para aquilatar los nefandos pactos de investidura con un prófugo, un terrorista y un golpista que le permitieron a su líder mantenerse fraudulentamente en La Moncloa.
Mientras afinaban una maquinaria para el delito y el saqueo, Sánchez les promocionó, utilizó y protegió para que, en ese mismo viaje de ganancias espurias, la suya personal fuera alcanzar un cargo que no merecía, con todo tipo de atajos, trucos y cambalaches de la misma genealogía moral que la corrupción tripera que esta banda perpetraba: unos cobraban en dinero y puestos; el otro con una Presidencia inmerecida.
Y ya veremos si solo en especie, que a estas alturas nada sorprende y las trapacerías paralelas de Begoña Gómez, los enchufes vulgares de David Sánchez y el gusto de la familia por el lujo presagian que en esa casa también motivaba el negocio puro y duro de toda la vida.
Todo ello junto, coronado por la ristra de juicios ya en marcha al más alto nivel institucional, político y familiar de Sánchez y al inaceptable bloqueo del país por la negativa del presidente a disolver las Cortes y su apuesta por atrincherarse contra los poderes Legislativo y Judicial; componen un paisaje siciliano sin precedentes conocidos, con una trama que acompaña e impulsa a Sánchez desde que era un don nadie hasta ser un Padrino.
El último informe de la UCO incorpora además una sospecha intolerable sobre el origen de todo al incluir al PNV en las trapacerías e intercambios de estos cacos con placa de comisario: si hay obra pública de por miedo, y puede haberla, y si hay colocaciones nacionalistas en cargos estratégicos para ellos dentro del Estado, ¿quiere decir que se compraron al partido de Aitor Esteban y que su apoyo a la moción de censura, camuflado de una apuesta regeneradora hoy olvidada cuando más falta hacía, fue en realidad un oscuro negocio con objetivos ajenos a los meramente políticos?
Lo cierto es que Sánchez nunca ha ganado nada, pero siempre ha encontrado la manera de comprárselo todo, pagando con moneda ajena al circuito constitucional y ético. Descubrir ahora que el PNV que, cinco minutos antes de investir al líder del PSOE había acordado con Rajoy los Presupuestos Generales del Estado, estaba de un modo u otro en el ajo, obliga a revisarlo todo y explica por qué ningún miembro de esta banda suelta al otro y se arriman para destrozar al Estado y a todo aquello que les frena: no solo les va el poder en ello, quizá también su futuro cerca o lejos de Soto del Real.