Tonia Etxarri, EL CORREO, 6/10/12
La primera encuesta del CIS sobre intención de voto confirma la tendencia que auguraba el empuje de una ola nacionalista con tal fuerza que el segundo grupo del próximo Parlamento vasco podría ser una coalición que, en su mayoría, ha estado gritando «ETA mátalos» hasta anteayer, como acaba de recordar el propio exlehendakari José Antonio Ardanza. El sondeo se efectuó en plena vorágine de los efectos secundarios de la celebración independentista de la Diada y después de que el PP estuviera en medio del huracán desatado por la excarcelación del preso enfermo de ETA Josu Uribetxebarria.
Quizás el hecho de que los cuestionarios hayan sido respondidos a través de entrevistas personales en los domicilios haya influido en que el 46% de los consultados optara por no responder a la pregunta directa sobre el partido al que piensa votar. Pero lo que parece indiscutible es que Urkullu, con su soberanía aplazada, parte como favorito. Guarda como oro en paño su propuesta de consulta sin contar con la aprobación del Congreso de los Diputados, y no se muestra impaciente, como Artur Mas. Le está funcionando bien su táctica de no asustar a los votantes. Se lo recomendaba Ardanza: «En situaciones de urgencia hay que atenuar la reivindicación identitaria», decía. Suena a la máxima ignaciana de no hacer mudanzas en tiempos de tribulación. Por eso, habla de ser «menos dependientes» que viene a ser igual que independientes, pero dicho de otra manera.
De ahí que, desde el PP, Antonio Basagoiti insista en que la opción del PNV es parecida a la de EH-Bildu. El sondeo encaja con los cálculos del PP que estima que más de la mitad de los ciudadanos vascos se sienten también españoles, aunque luego no se manifiesten. Acaso estén perdidos en esa nebulosa de indecisos y abstencionistas que, juntos, suman un 36,1 % de ciudadanos desmovilizados.
De hecho, el sondeo revela que un 50,5% no se considera nacionalista mientras que un 43,1%, sí. Pero a la hora de elegir su voto, salvando el silencio de esos 849 consultados que prefirieron no contestar, muchos de los que no se consideran nacionalistas votan a opciones que sí lo son. Al PP , que perdería posición en Álava según el CIS, los sondeos en el País Vasco no le suelen ser favorables. Hace cuatro años les auguraron 8 escaños en el Parlamento vasco y, al final, sacaron 13.
Lo mismo señalan los socialistas. Su pérdida de 11 escaños da que pensar que, por muy crítico que Patxi López se ponga en la campaña con los recortes de Rajoy , los ciudadanos recuerdan que la crisis empezó con Zapatero. El voto de esa izquierda premia a Ezker Anitza. Y a UPyD no se le espera en el CIS. Pero las dudas que aún manifiestan los consultados a la hora de decidirse entre dos partidos recuerdan que estamos en el comienzo del partido. Y que faltan otras preguntas relacionadas con el terrorismo, dado que se trata de las primeras elecciones vascas sin la amenaza directa de ETA.
Los secundarios de esta carrera confían en recuperar a ese 36,1 % de indecisos y abstencionistas. Tarea titánica en una sociedad de movilización nacionalista.
Tonia Etxarri, EL CORREO, 6/10/12