Con la calculadora en la mano

DIARIO VASCO, 18/11/11

Los partidos cuentan los votos que les faltan pero el novedoso escenario aconseja no confiarse demasiado

LA zozobra económica sobre la que camina España, que ayer rozó la zona de rescate, relegó a la campaña electoral a un segundo plano. Queda además la sensación, viendo el ejemplo de Italia, de que el futuro del país está más en manos de los mercados que del propio resultado de las urnas de este domingo. Los dos grandes partidos esperan que el fin de semana, con el cierre de las bolsas europeas, deje dos días de calma para que el electorado reflexione y acuda a votar.

LAS CLAVES
GIPUZKOA
El PSE-EE necesita el 26 ó 27% de los votos para el segundo escaño o que Amaiur no suba del 32%
TRES FACTORES NUEVOS
La crisis, el final de ETA y la vuelta de la izquierda abertzale pueden dar pie a sorpresas en Euskadi
EGIBAR
El PNV apela al voto útil en Euskadi porque la pugna entre Rajoy y Rubalcaba «está resuelta»

De momento, España aguanta fuera de la zona de rescate en la que están ya Portugal, Irlanda o Grecia. Y, paradojas de la vida, algunas voces socialistas empiezan a reivindicar ahora que las reformas de Zapatero son las que han evitado males mayores como los que aquejan a algunos de sus socios comunitarios. «Lástima que no lo supimos explicar bien», se lamentan, por ejemplo, en el PSE-EE. El partido de Rubalcaba calcula en un millón el número de electores ‘flotantes’ que se habría ido al PP en estas elecciones y que no hay nada que hacer para recuperarlos. Ahora bien, sigue habiendo una importante bolsa de indecisos a los que hay que movilizar y en los que puede estar la clave para superar los 125 escaños de Almunia, la barrera que puede permitir al PSOE salvar los muebles. Otro millón es lo que IU calcula que puede subir en papeletas, doblando el resultado de 2008. Un resurgimiento del partido de Cayo Lara a costa de la «fragmentación de la izquierda», según alerta Rubalcaba.

Así las cosas, Euskadi se ha convertido en la gran esperanza de los socialistas que, como el resto de partidos, sacan ya la calculadora para tratar de ver cómo se reparte el pastel. Y sus cuentas internas son claras: se ven con grandes posibilidades de lograr cinco escaños en la Comunidad Autónoma Vasca, lo que sería un gran triunfo para ellos pese a partir de la histórica cota de los nueve diputados de 2008.

El escaño decisivo se lo juegan en Gipuzkoa donde, según sus análisis, se juegan el segundo en un mano a mano con Amaiur, que aspira a tres. Para ello, el PSE-EE y su candidato, Odón Elorza, necesitan que este partido baje un par de puntos respecto a mayo y no supere el 32% de los votos. O si no, que los socialistas guipuzcoanos lleguen al 26-27% de los sufragios, lo que les obliga a una importante subida en votos respecto a las forales y municipales de mayo. La empresa no parece fácil pero se basa en varios pilares. El primero volver a activar a sus votantes en los grandes núcleos urbanos de Gipuzkoa: San Sebastián, Irun, Eibar, Errenteria, etc… Activar estos graneros de votos socialistas, que no le suelen fallar en las generales y que en mayo se quedaron en parte en casa, supondría recorrer buena parte del camino. Y para ello es importante, según entiende Elorza en esta recta final, dirigir también las críticas a Bildu-Amaiur y no centrarlas en exclusiva en el PP. La gestión es el flanco por el que le atacan a la coalición abertzale, pero el PSE-EE también entiende que debilitar a esta formación servirá para garantizar «un relato justo» sobre el final de la violencia de ETA.

En esta estrategia el PNV queda a salvo de los reproches socialistas, en un intento de éstos de no asustar al electorado fronterizo entre las dos fuerzas, que en las elecciones generales puede decantarse por el PSOE. Los jeltzales contraatacan con la bandera del voto útil. Si la pugna Rajoy-Rubalcaba está más que decidida, «¿para qué votar socialista en Euskadi?», se preguntaba ayer tarde el dirigente del PNV Joseba Egibar, en su lucha por el segundo escaño guipuzcoano. Los jeltzales se agarran a los 80.000 votos de mayo y a los que puedan sumar por la vía de los descontentos con la gestión de Bildu en Gipuzkoa, los críticos a la entrada de Aralar en Amaiur y lo que se recoja de la antigua Hamaikabat. El partido de Iñaki Galdos logró en las forales 8.600 votos que entonces no fueron a ninguna parte pero que ahora pueden ser golosos. Egibar dijo que al PNV le faltaban 1.500 y, aunque probablemente serán más, lo cierto es que sí ha conseguido activar a sus bases.

Sorpresas y errores

La igualdad reinante aconseja, en todo caso, no aventurarse demasiado en los pronósticos. Tres son los factores nuevos que presentan estas generales y que, al final, pueden deparar más de una sorpresa. La crisis económica, la ausencia de la violencia de ETA y la presencia con todas las consecuencias de la izquierda abertzale en los comicios al Congreso son elementos lo suficientemente novedosos como para dibujar un mapa político imposible de adivinar para los sondeos.

Para resultado imprevisible, el que dio el teletexto de RTVE el miércoles por la noche. Fue por poco tiempo, pero el PSOE fue ganador virtual de unos comicios que ni se han celebrado. El canal público emitió por error una página con los resultados y un escenario totalmente diferente del que hablan los sondeos. Rubalcaba sería ganador gracias al 40,5%, mientras el PP protagonizaría un descalabro con solo el 27,4% de los votos. Como tercera fuerza entraría Anticapital, que obtendría 18 escaños. El error fue rápidamente subsanado pero dio pie a los inevitables comentarios jocosos en internet.

DIARIO VASCO, 18/11/11