ABC 25/07/17
Dario P. G., el joven que publicó desde su cuenta de Twitter que quería un «selfie con la nuca de Miguel Ángel Blanco», el edil de Ermua asesinado por ETA hace veinte años, fue condenado ayer por la Audiencia Nacional a un año de prisión y siete de inhabilitación por la comisión de un delito de enaltecimiento del terrorismo debido a la difusión de otros siete tuits más durante los años 2013 y 2015.
En uno de ellos el tuitero lamentó, en relación con el incidente que se produjo en la sede del Partido Popular en 2014, cuando un coche con dos bombonas de butano se empotró contra el edificio, que las mismas «no estallaran y que no hubiera nadie dentro». En otro abogó por la vuelta de ETA a las armas a fin de que «le diera su merecido» a Esperanza Aguirre.
Según argumenta la sentencia, los mensajes «son un claro ejemplo del discurso del odio que incita a la violencia nunca amparable en el ejercicio de la libertad de expresión», al tiempo que «generan un clima de violencia al añorar acciones terroristas de organizaciones que han venido operando largo tiempo en nuestra nación y también reivindican acciones terroristas globalizadas como la perpetrada el 7 de enero de 2017 en París», en alusión a un tuit en el que lamentaba que «en vez de tirotear Charlie Hebdo, (los yihadistas) ya podrían haber ido a la redacción de El Mundo o El País».
Durante la vista celebrada la semana pasada, el tuitero manifestó no arrepentirse de la publicación de los mensajes, y su defensa argumentó que los mismos se enmarcaban dentro del ámbito de la libertad de expresión, motivo por el que interesó su absolución.
La Fiscalía, por el contrario, señaló que los mismos llamaban a «la realización de actividades terroristas», por lo que solicitó la imposición de una pena de prisión de dos años e inhabilitación de ocho meses. Ahora, la sentencia confirma el criterio del Ministerio Público, y con la salvedad de un tuit, señala que los demás son «alabanza de actos terroristas».