Acertar con el sustantivo preciso resulta difícil cuando se miden en detalle las palabras para no herir sensibilidades. Las patronales vascas se encuentran en esa tesitura a medida que se van haciendo a la idea de que la coalición independentista Bildu puede terminar gobernando la Diputación de Guipúzcoa, aunque sea en minoría.
Primero fue Adegi, la organización representativa de los empresarios guipuzcoanos, la que la pasada semana pidió a los partidos, en unas medidas declaraciones que apuntaban cierta preocupación, «Gobiernos estables». Ayer remató el presidente de Confebask, el guipuzcoano Miguel Lazpiur, al pedir a Bildu que, si finalmente dirige el Ejecutivo foral, no frene los proyectos estratégicos de Euskadi.
En un desayuno de trabajo en Bilbao el que presentó un diagnóstico de la situación económica vasca, Lazpiur apuntó inicialmente que no le consta que exista «preocupación» de los empresarios por los posibles Gobiernos de Bildu. Sin embargo, poco después admitió que, como el lehendakari, Patxi López, alberga ciertas dudas sobre la posición que la coalición adoptará frente a los proyectos estratégicos que rechaza. «Nosotros no nos vamos a meter en cómo lo van a hacer, pero les pedimos que lo hagan y que no abandonen [el AVE o el puerto exterior de Pasaia], que no ralenticen, que no pongan trabas, porque van a ser fundamentales para este país».
El escenario se le atraganta a la patronal porque la Diputación guipuzcoana puede dotar a Bildu de importantes instrumentos de política fiscal y promoción industrial como para alterar el actual sistema. De ahí que sus declaraciones estén medidas al milímetro. Oficialmente, los representantes de los empresarios trasladan a la opinión pública tranquilidad. Sin embargo, en sus contactos con los partidos y en jornadas internas trasladan otras impresiones. Dirigenets del PP incluso aseguran que empresarios guipuzcoanos se están planteando el traslado de la sede y el domicilio fiscal de sus compañías, lo que Adegi niega.
Igual prudencia que Lazpiur exhibió la secretaria general de Confebask, Nuria López de Gereñu, quien aseguró que «es el tiempo de los políticos» a quienes, eso sí, pidió «sensibilidad» hacia las necesidades del colectivo empresarial en cuestiones «importantes» como la fiscalidad.
Para Confebask, la actual coyuntura requiere de «sensibilidad», pues la recuperación no acaba de consolidarse en Euskadi y aún quedan «dos años de subsistencia». Aunque las previsiones apuntan a que la comunidad autónoma sumará 5.000 ocupados más a fin de año, el crecimiento no superará el 1,3% del PIB, según sus datos, un punto básico menos de la previsión del Ejecutivo.
El director del departamento económico de Confebask, Eduardo Arechaga, calificó de «anémico» ese avance que, pese a todo, será más alto que la media del resto de España, gracias al tirón de la industria. Arechaga lamentó la «fuerte» restricción del crédito al sector privado. Pese a que el 87% de las pymes españolas están afectadas por la falta de crédito, este «no se reactivará, al menos hasta 2013», dijo.
Lazpiur pide consenso en Cebek
El presidente de Confebask, el guipuzcoano Miguel Lazpiur, cree que sería deseable que la batalla abierta en la patronal vizcaína Cebek por su sucesión se resolviera con un candidato de consenso antes de la votación prevista en la Junta Directiva de esta última.
De momento, y tras la designación del director gerente de Mutualia, Miguel Angel Lujua, como candidato oficial de Cebek, la batalla está servida. Lujua competirá por el candidato propuesto por la Federación Vizcaína de Empresas del Metal, José Javier Arteche. La batalla ya se ha cobrado, de momento, la primera víctima: el propio presidente de Cebek, José María Vázquez Eguskiza. Desde hace varios años, aspiraba a dirigir la patronal vasca, pero se vio obligado a renunciar ante las críticas que surgieron en Vizcaya, pero también en las patronales provinciales de Álava y de Guipúzcoa. el SEA y Adegi, respectivamente.
Lujua y Arteche defienden modelos diferentes. Para Arteche, Confebask ha de reflejar de la mejor forma posible el tejido empresarial, por lo que lo más adecuado sería que tueviose a su frente a alguien que se esté jugando su propio patrimonio.
El modelo que ha diseñado Vázquez Eguskiza para Cebek y que quiere exportar a Confebask es el de un gestor de empresa y directivo cualificado. «Cebek es libre de llevar el proceso como considere más oportuno», sostuvo Lazpiur, pero «sería mucho más interesante que fuese un candidato consensuado». En su opinión, ambos aspirantes tienen «sus pros y sus contras», pero descartó que la pugna abierta pueda acabar dañando a Confebask, que «es un proyecto consolidado».
EL PAÍS, 3/6/2011