ABC 03/04/17
ENTREVISTA CONSUELO ORDÓÑEZ
El próximo 8 de abril, ETA revelará la localización de sus últimos arsenales. Así lo anunciaron sus mediadores, los autodenominados «artesanos de la paz». A pesar del optimismo que desprenden las administraciones, la presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), Consuelo Ordóñez (Caracas, 1951), teme que el llamado «Día del desarme» termine por convertirse en un acto propagandístico.
P—¿Cómo recibió la noticia del desarme de ETA?
R—Con mucha desconfianza. Lo que hasta ahora hemos vivido han sido tomaduras de pelo. ETA ha intentado rentabilizar las pocas armas que le quedan con actos propagandísticos, lo cual se entiende, porque hablamos de asesinos. Lo que me preocupa es que las instituciones de este país den credibilidad a sus mediadores.
P—¿Qué opina de los autodenominados «artesanos de la paz»?
R—Han sido fichados por la propia ETA, es un insulto a la inteligencia. Los mediadores fueron detenidos el pasado diciembre mientras trataban de destruir armas. Eso tiene nombres: obstrucción a la Justicia y destrucción de pruebas. Es intolerable que digan públicamente que ellos son quienes gestionan el material de la banda y que nadie menos nosotros les haya llamado a declarar ante la Audiencia Nacional. ¿A mí me va a representar esta gente que destruye armas y pruebas?
P—¿Alberga esperanzas de que se pueda llevar a cabo el desarme con éxito?
R—Yo hasta ahora he sido muy escéptica, obviamente. No me puedo creer las palabras de los matones de ETA, me lo han demostrado millones de veces. Pero vamos a ver qué pasa.
P—¿Qué sensaciones le transmite el llamado «Día del desarme»?
R—Hasta que no pase el día no puedo decir nada. Yo quiero que la Policía española y la francesa disuelvan los zulos que quedan por verificar, porque las armas tienen que estar siempre a disposición de las autoridades. Eso es lo que me hubiera gustado a mí, no esta propaganda.
P—¿Acudirá al acto algún representante de Covite?
R—A nosotros no nos han invitado, porque no nos engañemos, a quien representa la sociedad civil es a la izquierda radical. Han sido elegidos por ETA y forman parte de ese sector. Ellos consideran que los muertos, los vascos y vascas asesinados por ETA, no somos sociedad civil. Nos niegan hasta eso. ¿Y yo me tengo que fiar ahora de esta gente?
P—Hace unos días, la nueva secretaria general del PP vasco, Amaya Fernández, dejó abierta la puerta a acabar con la dispersión de los presos si ETA desaparece definitivamente. ¿Qué opina al respecto?
R—Está bien, pero antes tienen que rechazar su trayectoria criminal. La vía Nanclares, que fue diseñada por el Gobierno vasco con el de Zapatero, exigía más a la banda para acercarlos al País Vasco. El PP puede vender que pide mucho menos de lo que exigía el PNV y PSOE.
P—¿Vislumbra el fin de ETA?
R—Yo sé que ETA no va a volver a matar, pero no porque haya llegado al convencimiento de que nunca debió utilizar la violencia. Lo que han hecho es cambiar de estrategia. Están en las instituciones, y claro, no pueden permitirse un muerto, porque no quieren perder el poder. Pero ellos nunca van a condenar un atentado, no les conviene.