EL MUNDO 24/01/14
· La figura del concejal del PP Gregorio Ordóñez estuvo muy presente en el 19 aniversario de su asesinato.
· Pero más eco tuvieron los duros reproches que su hermana y presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) del País Vasco, Consuelo Ordóñez, lanzó contra el Gobierno y el PP por su política frente a ETA y su «desprecio» a las víctimas.
· Dolida por la actitud del PP vasco, que vetó su presencia en el homenaje que una hora después se había convocado en el Kursaal en recuerdo de todos los ediles del partido asesinados por ETA, Consuelo soltó toda su rabia acumulada contra el partido del Gobierno.
Ordóñez arremetió con dureza contra el Gobierno y el PP por su política antiterrorista, por dejar que ETA esté «más cerca que nunca de conseguir lo que no logró cuando mataba», por haber «despreciado» y «roto las relaciones» con las víctimas o por haber traicionado el discurso que defendió su hermano en vida por mucho que digan que constituye «un referente y un símbolo» a la hora de hacer política.
La presidenta de Covite descargóun rosario de críticas en un tenso homenaje ante la presencia de una amplia representación del PP conformada, entre otros, por Alfonso Alonso, Leopoldo Barreda, Arantza Quiroga, Iñaki Oyarzábal y Borja Sémper, así como por el delegado del Gobierno en el País Vasco. A la ofrenda floral también acudieron representantes de UPyD, como Rubén Múgica, y de Vox, el nuevo partido impulsado por el ex dirigente del PP vasco Santiago Abascal, que estuvo presente en el cementerio junto a Ignacio Camuñas o Iván Espinosa de los Monteros.
En su discurso, construido con improvisaciones y un texto escrito de antemano, Ordónez se mostró especialmente dura porque considera que se está corrompiendo el discurso de su hermano. Recordó que «Gregorio dijo que por mucho que [los terroristas] mataran nunca iban a conseguir nada», algo que, aseveró, «podría haber sido así si le hubieran dejado vivir». Pero desde su muerte «han cambiado mucho las cosas», hasta el punto de denunciar que «estamos más cerca que nunca de que consigan todo lo que no consiguieron mientras nos mataban».
Ordónez censuró que el Ejecutivo de Mariano Rajoy se esté «olvidando» de las víctimas, mientras la banda terrorista se acerca, en su opinión, a sus objetivos. «Este Gobierno no escucha a las víctimas, es el Gobierno quien ha roto las relaciones, los que no vienen, los que dan plantones a las víctimas, los que, cuando vamos a hacerles propuestas, las desprecian, dicen que es imposible, que es muy difícil gobernar y tener mayoría absoluta. No somos nosotros quienes les estamos dando ningún portazo. Que quede claro».
Ordónez recurrió a frases pronunciadas por actuales dirigentes y antiguos cargos del partido, como su propio hermano, Esperanza Aguirre, Jaime Mayor Oreja, María San Gil, Antonio Basagoiti o incluso de Mariano Rajoy, y que dejan en evidencia la actual política del Ejecutivo español. Del presidente recordó sus palabras tras la liberación del sanguinario etarra De Juana Chaos de que era «una burla a los españoles», emplazando al entonces Gobierno del PSOE a «ser consciente de que la gente tiene su sensibilidad, corazón y alma», cuando luego ha avalado la salida de la cárcel de Josu Uribetxeberria Bolinaga. También resaltó una frase de Mayor Oreja de 2012 en la que dejaba constancia de que «frente a la idea de que se ha derrotado a ETA, hoy sostengo que por primera vez ETA acaricia la posibilidad de ganar unas elecciones autonómicas en el País Vasco», tras permitirse la legalidad de su brazo político.
A los cargos políticos les reprochó que no hayan dado continuidad al mensaje de su hermano de que el «aislamiento de los violentos» era una de las tres claves, junto al rechazo social y a la eficacia policial, para derrotar a ETA, ya que Bildu, Sortu y Amaiur «han sido legalizados sin condenar la violencia», y su «objetivo estrella es conseguir la impunidad» para los presos. «Si lo que de verdad importa es cómo acuerdan sacar a los asesinos de la cárcel en el corto plazo, algo se está haciendo rematadamente mal», censuró.
Ante la tumba de su hermano y bajo una incesante lluvia, Consuelo cerró su discurso preguntando a aquellos presentes que se hubieran podido sentir «incómodos» con sus criticas si «es Consuelo Ordóñez la que os ha incomodado o es vuestra propia conciencia la que llama a la puerta el día en que recordamos al alma del PP vasco».
Lo sucedido ayer en Polloe no hace sino confirmar la sangrante brecha que existe entre el Gobierno del PP y Covite. En este polémico ambiente de partida, los dirigentes del PP llegaron al cementerio cuando el acto ya se había iniciado. A su término, Quiroga y otros dirigentes depositaron unos ramos de flores ante la tumba de Ordóñez antes de acudir a saludar a la hermana del edil en una estampa bastante tensa y fría.
La presidenta del PP vasco también habló con contundencia, pero no en el cementerio donostiarra. Lo hizo apenas una hora después en el acto público del Kursaal en homenaje a todos los ediles de su partido asesinados por ETA. Allí aseguró que «nadie puede venir a darnos lecciones de ningún tipo, ni reprocharnos nada» a tenor del «coraje» y el «compromiso» mostrado durante años por los cargos populares en la lucha contra el terrorismo.
Quiroga pronunció un discurso más reivindicativo del papel del PP vasco en la lucha por las libertades que en ocasiones precedentes. «Sólo desde la mezquindad y el interés político miserable se puede poner en duda la trayectoria de hombres y mujeres como vosotros», espetó, de forma tajante, a los asistentes, entre ellos numerosos dirigentes del PP.
La líder del PP vasco, que cerró un acto con varias intervenciones, entre ellas la de la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco, censuró que el «coraje cívico» que demuestran los cargos populares se está viendo «mancillado por unos pocos, aquí y allí, sin ninguna sensibilidad y sin ningún respeto». Frente a los reproches de que el PP está cediendo ante la banda terrorista, replicó que ETA «se disolverá como un azucarillo, sin que haya nada a cambio».
También quienes le precedieron (hasta un total de seis personas) incidieron en el rechazo a las críticas que está recibiendo el PP por su política frente a ETA, ahora que desde el PNV, PSE y Bildu le reclaman concesiones a la banda terrorista a cambio de beneficios para sus presos.
EL MUNDO 24/01/14