EL CORREO 26/01/13
· El colectivo vasco de víctimas del terrorismo elige mañana a la junta directiva que guiará su rumbo en el nuevo tiempo abierto tras el cese de ETA.
El futuro del Colectivo de Víctimas del Terrorismo de Euskadi (Covite) se decidirá mañana. Los socios de la plataforma –alrededor de 400– están llamados a elegir a las personas que conformarán la nueva junta directiva y que serán, con su presidente o presidenta a la cabeza, los que lideren el rumbo de la asociación mayoritaria de damnificados en el País Vasco en el nuevo tiempo abierto tras el cese de ETA.
Dos son las candidaturas que se presentan a la asamblea de Covite, que se celebrará a puerta cerrada en San Sebastián en un clima de clara división interna. La primera la encabeza su actual portavoz, Consuelo Ordóñez, y está integrada por Antonio Recio, Ana Velasco –hija de Ana María Vidal Abarca, fundadora de la AVT–, Maite Pagazaurtundua, Mikel Azurmendi, Cristian Matías, Carmen Borrajo, Laura Martín y Rubén Múgica.
En un principio se barajó la posibilidad de que la persona que aspirase a la presidencia del colectivo fuese Pagazaurtundua, que el pasado mes de octubre dejó de liderar la Fundación Víctimas del Terrorismo –en la actualidad el cargo lo ostenta Mari Mar Blanco–, si bien razones personales la llevaron finalmente a declinar el ofrecimiento. El proyecto «regenerador» que defiende la plancha de la hermana de Gregorio Ordóñez, de cuyo asesinato a manos de ETA se cumplen 18 años, descansa sobre cuatro pilares fundamentales: Justicia para las víctimas, el reconocimiento de las acciones de la banda como crímenes de lesa humanidad, el «asilo informativo» a las víctimas de persecución que se vieron obligadas a dejar Euskadi por la amenaza terrorista –apuesta por poner en marcha una línea de apoyo– y la memoria. Según advierten, «el actual contexto no permite pasividad, tampoco conformismo o una actitud cómoda».
El esclarecimiento de los 326 atentados mortales de ETA pendientes de resolución ocupa un lugar destacado en la agenda de ambas candidaturas. Es más, desde hace meses Covite prepara un extenso libro, cuya publicación está prevista para marzo o abril, en el que se documentan los motivos, a su entender, de dicha impunidad. Pero, al igual que hay concordancia en este tema, las divergencias en las planchas, admitidas por ambas partes, son cuanto menos significativas.
«Transparencia»
La segunda candidatura aparece liderada sobre el papel por Pilar Elías, viuda de Ramón Baglietto. No obstante, el que al parecer ostentaría la presidencia de resultar vencedora esta plancha sería Jorge Mota, hermano de funcionario de prisiones Ángel Mota, asesinado por ETA en 1990. La lista la completan Carmen Ibarlucea, Gerardo Arin, Albino Machado, José Antonio Díez, Inma Iruretagoyena, Jesús Aguirre, María Jesús Olaciregui y Begoña Elorza. Esta última, madre de Jorge Díez, que fuera escolta de Fernando Buesa.
La plancha de Mota subraya que sus integrantes «llevan prácticamente desde que se fundó Covite viviendo en el País Vasco, dando la cara en los momentos duros que nos ha tocado vivir, aguantando descalificaciones e insultos y trabajando en primera línea». Un dardo envenenado dirigido a sus competidores, ya que muchos de ellos residen fuera de Euskadi. Defienden en este sentido su voluntad de seguir trabajando «con total transparencia de cuantas gestiones se realicen e informando a los socios de las discrepancias que hubiere dentro de la junta directiva».
Como principal objetivo se fijan «atender, oír y ayudar a todos los socios» del colectivo y «favorecer» así a quienes «demandaron la ayuda y atención» de la asociación. De igual modo, se comprometen a luchar para que se esclarezcan los crímenes sin resolver, hacer frente «permanentemente al olvido e impedir que la historia de asesinatos, extorsiones y secuestros cometidos por ETA acabe por manipularse».
EL CORREO 26/01/13