Teodoro León Gross-ABC
- Se trata de crear un relato para lanzarlo contra un enemigo… y Ayuso es su villana favorita
La campaña emprendida o reemprendida contra Madrid desde Cataluña, y desde esa sucursal de Cataluña en que se ha convertido La Moncloa, tiene el sello inconfundible del sanchismo. Se trata de crear un relato para lanzarlo contra un enemigo… y Ayuso es su villana favorita. La estratagema lleva la marca de Presidencia, cuyo jefe de gabinete fue fichado en calidad de experto en legitimar la mentira política. Ante el descontento de toda España con el cupo catalán de cuya solidaridad nadie se cree ni las comas, recurren a la técnica trumpista de generar una realidad alternativa: ‘Madrid ens roba’. Se trata de desviar el foco identificando a la capital como epicentro de la insolidaridad y a Ayuso como la verdadera amenaza para los demás.
Es tentador pensar que tamaña milonga podrá engañar a pocos, pero sería un error. Va a engañar a muchos. Hay una clientela amplia de la izquierda deseando oír eso. Y como han advertido los maestros de la retórica aristotélica, la deseabilidad de una tesis multiplica su eficacia. O sea, resulta fácil venderle el relato del Madrid DF insolidario a toda esa izquierda que está deseando ese ‘bullshit’. Por supuesto, es mentira, pero confían en que repetido mil veces acabe pareciendo verdad. Y mira que el ‘efecto capital’ se desmiente fácil: Madrid lo es desde hace siglos, pero Barcelona siempre ha sido más pujante, incluso durante el franquismo, uno de los periodos más centralistas de la Historia, como también en las primeras décadas de la democracia. El punto de inflexión es el procés. Cuando el nacionalismo antepuso la identidad a la prosperidad, comenzó su declive. La diferencia está, como apunta Fernández–Villaverde, en el clima para los negocios. Madrid da seguridad jurídica y facilidades; y Cataluña, trabas identitarias y burocracia fiscal. Esta es la realidad desprovista del relato falazmente desahogado que venden: Madrid aporta el triple que Cataluña, y sus bajadas de impuestos, además de limitadas al afectar solo al tramo autonómico de IRPF y sucesiones, no afectan al cheque para la caja común.
En el catastrófico legado del sanchismo hay dos hitos interconectados de repercusión perdurable: la amnistía, que debilita el Estado de Derecho, y el descosido de la cohesión territorial de España. Donde los portavoces del PSOE venden que han solucionado Cataluña, en realidad están empeorando todo el país. Las comunidades están cada vez más irritadas, también las gobernadas por el PSOE, y recelosas. La Constitución ya consagra penosamente una asimetría muy injusta: los fueros del País Vasco y Navarra, con ciudadanos financiados doblemente mejor que los demás, y el cupo vasco como máxima expresión de la insolidaridad territorial; modelo al que trata de sumarse Cataluña acabando con la caja común con el apoyo del PSOE. Si Madrid hiciera lo mismo, reventaría del todo la cohesión territorial. Por eso esta campaña no es sólo contra Madrid, sino contra España.