ABC – 15/12/14
· El alcalde de San Sebastián ordenó quitar el letrero que recordaba un atentado.
· Contra la desmemoria El colectivo de víctimas quiere señalizar los 602 atentados en el País Vasco frente a la inacción política.
Covite no está en tregua. El colectivo de víctimas del País Vasco que preside Consuelo Ordóñez volvió a plantar cara ayer al alcalde de San Sebastián y repuso la placa en memoria de dos víctimas de ETA que el edil de Bildu ordenó retirar porque no cuenta con la aprobación municipal. Miembros de Covite fijaron de nuevo la placa colocada en octubre en homenaje al matrimonio formado por Miguel Paredes y Elena Moreno, asesinados en 1990 cuando salían de un bar en la calle San Lorenzo, en pleno corazón de la Parte Vieja donostiarra. Los pistoleros acabaron con su vida acusándoles de drogadictos y traficantes, algo que desmintieron las pruebas forenses y que la familia ha denunciado públicamente para limpiar su memoria. Sus dos hijas acudieron en octubre junto a otros familiares, incluida la madre de Elena, al acto boicoteado por Bildu.
En apenas 48 horas, el alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, ordenó arrancar la placa «no autorizada» de Covite alegando que incumplía la ordenanza municipal. Sin embargo, el equipo de gobierno de Bildu no ha retirado otras placas «ilegales» en memoria de un muerto en un enfrentamiento policial con manifestantes de la «izquierda abertzale», ni tampoco ordena limpiar el habitual empapelado de las calles de San Sebastián con consignas en favor de los presos de ETA, firmadas por Sortu o Bildu.
«Entonces ya lo dijimos: si retiran la placa, volveremos a colocarla. Hoy estamos aquí para cumplir con nuestra palabra», aseguró ayer la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, quien denunció públicamente la actitud del Ayuntamiento de San Sebastián, institución en la que trabajó su hermano, Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA en 1995. El edil del PP y entonces teniente de alcalde de la ciudad fue tiroteado mientras comía en el bar «La Cepa», a tan solo cinco calles de donde murieron Miguel y Elena.
La líder de Covite, siempre combativa contra el nacionalismo radical que ha alentado la violencia etarra, acusó al primer edil de Bildu de intentar diluir la historia terrorista en el olvido: «Hemos venido a decirle que quitando la placa en memoria de Miguel y Elena no cambian la Historia, sólo intentan ocultarla. Covite está aquí hoy para volver a sacar la Historia a la luz, y a las calles, y para ponerla frente a quienes quizá se avergüencen de cómo claudicaron frente al terror», señaló.
También contral el GAL
Covite también puso ayer en Rentería, Guipúzcoa, el primer letrero en homenaje a una víctima del GAL, José Antonio Cardosa Morales, cartero de 22 años muerto en 1989 al estallarle un paquete bomba cuando se disponía a introducirlo en el buzón de un edificio en el que residía un militante de Herri Batasuna, el objetivo inicial de los sicarios del GAL.
ABC – 15/12/14