Las víctimas no quieren que las armas de ETA, que pueden servir para esclarecer muchos de los asesinatos cometidos por la banda terrorista y que todavía no están resueltos, escapen a manos de la Justicia. Por eso, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) ha instado de forma oficial a la Audiencia Nacional (AN) y a la Fiscalía a citar como testigos e interrogar a los mediadores en el desarme, y que su propio entorno les denomina artesanos de la paz. Covite recuerda que Jean Noël Etcheverry, uno de estos mediadores, fue el encargado de anunciar a través de la prensa el proceso de desarme y afirmó que «el armamento ya no está en manos de ETA, ahora lo gestionamos nosotros».
Las víctimas argumentan que «nadie puede gestionar ni mantener ocultas a las Fuerzas de Seguridad del Estado armas pertenecientes a una organización terrorista que han podido utilizarse en la comisión de asesinatos».
Covite recuerda en este sentido a la Audiencia Nacional que los mediadores de ETA, el pasado diciembre en Louhossoa, ya «trataron de cortar el cañón de las pistolas de la banda, algo que hubiera impedido realizar los necesarios análisis balísticos para determinar si las armas fueron utilizadas en atentados irresueltos».
Por otra parte, el proceso de desarme está ocasionando un gran desencuentro entre el PNV y el Partido Popular tan sólo dos días después de la firma del pacto para que los populares apoyen las cuentas del Gobierno vasco.
El PNV exigió ayer a Alfonso Alonso que «rectifique y pida disculpas» por sus declaraciones en las que calificaba al lehendakari de «portavoz de ETA» y relacionaba el plan de acercamiento de presos que maneja el Gobierno vasco con el plan de desarme.