El partido de Albert Rivera y el Gobierno ultiman un acuerdo con el que pretenden renovar y mejorar la regulación del mercado de productos bancarios a fin de dotarlo de mayor transparencia y garantizar al consumidor la protección de sus derechos. Así lo anunció ayer el presidente de Ciudadanos en su primera comparecencia tras el paréntesis navideño.
El jefe del equipo económico de la formación naranja, Luis Garicano, y el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, dirigen una negociación que debería culminar en los próximos días. Al acuerdo, en cualquier caso, tendría que sumarse el PSOE para poder ser aprobado.
Rivera mantiene la esperanza de que finalmente se pueda añadir ese apoyo e incluso el de Podemos porque en su trasfondo, según el presidente de C’s, lo que palpita es la intención de acabar con el «capitalismo de amiguetes que perjudica a la clase media trabajadora».
En realidad, con esta iniciativa Ciudadanos pretende desarrollar los puntos 12, 13 y 15 del pacto que firmó con el PP para facilitar la investidura de Mariano Rajoy. En esos puntos se recoge la necesidad de «garantizar la independencia de los organismos reguladores evitando la politización de sus órganos de gobierno».
Igualmente, se plantea la división de la actual Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) en dos organismos independientes: uno de ellos dedicado en exclusiva al control de la regulación de los mercados y otro que velaría por la libere competencia. Asimismo, se propone la creación de una Autoridad Independiente de Protección del Consumidor e Inversor Financiero.
Esta última sería clave para impedir casos como los que se han producido con la comercialización por parte de las entidades bancarias de productos derivados como las preferentes o la inclusión de cláusulas suelo en las hipotecas.
Esta negociación con el Gobierno es uno de los primeros objetivos que se ha marcado Ciudadanos para el nuevo año. Al mismo se suman, además, la reforma del marco laboral que debería girar en torno a la existencia de un contrato único y la aplicación de la nueva ley de autónomos. Se trataría, explicó Rivera, de transformar un mercado que está «obsoleto y sentenciado de muerte por la Unión Europea» por otro que sea «justo y flexible».
Dotar de contenido el pacto nacional por la educación que intentan alcanzar los grupos parlamentarios es otra de las metas que persigue el partido naranja para la nueva etapa. Y a todo ello añaden la aprobación de un paquete de regeneración democrática. Ciudadanos utilizará su cupo del mes de febrero de presentación de iniciativas legislativas en el Congreso para someter a tramitación su proposición de Ley Anticorrupción. Igualmente, pretende impulsar la negociación de una nueva ley electoral que contemple las listas desbloqueadas, reconozca el peso igualitario de los votos y suprima definitivamente el voto rogado para los residentes en el extranjero.
Este debería ser, en opinión de Rivera, «el año de los cambios y las reformas tras un periodo de parálisis política y demasiados años de mayorías absolutas y bipartidismo. Los cambios han de notarse en el Parlamento para que los españoles se reconcilien con la política».