La actualización de la Carta Magna puede ser uno de los temas que marquen la actual legislatura. Todos los grupos de la oposición han mostrado su decidida disposición a afrontar su reforma. El PP es quien más reticencias pone, alegando que el melón debe abrirse pero sabiendo para qué. El asunto hasta ha llegado a estar presente en la última ronda de contactos que realizó el Rey Felipe VI, según desvelaron algunos de los líderes políticos que visitaron Zarzuela.
Para Ciudadanos, la reforma de la Constitución es un asunto clave. De hecho, algunas de las medidas pactadas con el PP exigen explorar este campo, como la supresión de los aforamientos o algunos aspectos de la reforma de la Ley Electoral. El partido de Rivera quiere mantener viva esta pretensión, apelando al compromiso de Rajoy y toda vez que el acuerdo con los populares recoge un estudio de la actualización de la Constitución basado en el informe del Consejo de Estado sobre las modificaciones constitucionales de febrero de 2006, y no una reforma expresa como tal.
En la dirección de Ciudadanos consideran que no es conveniente juntar Presupuestos y Constitución y prefieren zanjar primero los números para abordar después la Carta Magna.
Y es que las cuentas centrarán los esfuerzos de PP y Ciudadanos los próximos días y semanas. Las dos formaciones tienen comprometido para 2017 unas medidas que implican un gasto público de 5.000 millones de euros y unos ingresos por igual valor, pero Bruselas exigió recientemente un ajuste adicional de otros 5.000 millones. Ante esta tesitura, Rivera priorizará que no haya recortes sociales. «Lo que vamos a defender es frenar los recortes en educación, sanidad y dependencia», expuso el líder naranja. «Si crecemos al 3% del PIB y España se está recuperando de la crisis, es el momento de devolver a los españoles el esfuerzo».
En este sentido, Rivera no apuesta firmemente por reducir el techo de gasto. Según anticipó en una entrevista en Onda Cero, es uno de los asuntos a concretar en las primeras reuniones con el equipo del PP: estudiar si hay que «bajar el techo de gasto o mantenerlo para poder hacer políticas para la clase media, un plan para la pobreza infantil, un complemento salarial o si no queremos volver a subir el IRPF».