EL CONFIDENCIAL 09/11/16
· La gran asamblea general ya tiene fecha. Ciudadanos afrontará importantes cambios en su dirección, ampliará su ejecutiva nacional y corregirá la ‘sobrerrepresentación’ catalana
El mes de febrero será determinante para las formaciones políticas españolas. Al menos, PP y Ciudadanos celebrarán sus respectivos congresos nacionales y en el aire todavía está la posibilidad de que Podemos afronte su segundo Vistalegre. Los socialistas, casi con toda seguridad, esperarán a la primavera, pese a las presiones de los críticos, el primero Pedro Sánchez, que reclaman una convocatoria inmediata tras la profunda crisis interna. En el caso del partido de centro, la del próximo 4 de febrero será su IV Asamblea General y la primera desde su implantación en todo el territorio nacional después de dos años de intenso crecimiento y la concurrencia a seis procesos electorales.
A finales de enero, tendrán lugar las primarias en que la militancia ratificará la candidatura de Albert Rivera como presidente del partido. Están previstos cambios orgánicos de gran calado, tanto en la propia dirección como en la ampliación del comité ejecutivo nacional, que se podría duplicar hasta los 40 miembros (actualmente son 23). En palabras del líder naranja, la ejecutiva recogerá «las máximas sensibilidades del partido» y especialmente enmendará los ‘agravios’ que sufren algunas regiones clave para la formación, como Andalucía o Comunidad Valenciana —con un solo representante cada una, en el segundo caso tras la marcha de Punset— o Madrid, que solo cuenta con los portavoces en ayuntamiento y Asamblea, Begoña Villacís e Ignacio Aguado.
Según miembros de la cúpula naranja, algunos de los nombres que están en todas las quinielas son Miguel Gutiérrez —secretario del grupo parlamentario en el Congreso— y los dos miembros de la Mesa del la Cámara Baja, Patricia Reyes y Nacho Prendes. Diputados en ascenso que también integrarán la ejecutiva serán con toda seguridad Toni Roldán, del equipo económico y discípulo de Luis Garicano, Toni Cantó y Marta Martín, que además ampliarían el cupo valenciano.
El caso madrileño es todavía una incógnita, pero se descuenta la opción de que algún diputado autonómico entre en el cónclave que se celebra en Ventas cada 15 días. Máxime cuando el caso madrileño en la Asamblea —el partido de centro es clave para sostener el Gobierno de Cifuentes— es el gran referente para el resto de territorios, como defiende públicamente el propio Rivera. Lo que todavía no está claro es que alguno de los concejales del equipo de Villacís irrumpan en la ejecutiva.
Aun así, que Madrid ganará peso en todas las estructuras internas también es un hecho. La asamblea general se celebrará en la capital después de que la última tuviera lugar en Hospitalet de Llobregat en 2011. Y el consejo general —máximo órgano entre asambleas, que actúa como representación de la militancia— cuenta en estos momentos con 70 miembros, de los que más de la mitad, en torno a 40, son catalanes. La formación pretende proponer un nuevo método de elección previo a la asamblea que permita aumentar la cifra hasta más de 100 miembros y garantizar a la vez una mayor representación autonómica.
«Qué quiere ser de mayor Ciudadanos»
El presidente del partido explicó este lunes que en la asamblea general se aprobarán unos nuevos estatutos y un documento de estrategia para los próximos cuatro años. En sus palabras, la idea sería definir «qué quiere ser de mayor» el partido, con la vista puesta en 2019, año con nuevas convocatorias electorales. Más allá de la modificación de los órganos internos, el partido aprobará una nueva ponencia política en la que el ideario naranja se adaptará a sus nuevas circunstancias como partido de ámbito nacional, ya que los objetivos originarios pasaban por «regenerar la democracia en Cataluña» y «hacer frente a los partidos nacionalistas ocupando el vacío que existe en el espacio de centro-izquierda no nacionalista». Sin duda, un debate que deberá ser abierto en canal y que no se corresponde ya con los objetivos de Ciudadanos a nivel nacional, y en concreto a otros niveles territoriales específicos.
Pese a defender el centro ideológico, el partido deberá afrontar los distintos puntos de vista, opiniones y tendencias ideológicas. Los estudios poselectorales demuestran que Ciudadanos ocupó en casi todos los territorios un importante espacio electoral de votantes del PP y también, aunque en menor medida, del PSOE, correspondientes al centro-izquierda. Los dirigentes que integran la formación naranja tienen distintas sensibilidades hacia uno y otro lado, y es de esperar que en la asamblea general se establezca en ese sentido una hoja de ruta más concreta y definitiva.
Lo que el partido no modificará en ningún caso será la principal esencia de su ideario, que se nutre del «liberalismo progresista» y del «socialismo democrático», y demostrar la perfecta convivencia entre ambos términos. Sobre la mesa de las ponencias estará también el principal motivo que justificó el nacimiento del partido en 2006: combatir el nacionalismo. Sin embargo, la dimisión de Carolina Punset como miembro de la ejecutiva abrió el melón sobre las diferencias que existen dentro del partido acerca de los regionalismos —incluso no independentistas—, posición sobre la que la asamblea general deberá posicionarse también.