ABC 08/09/16
· El secretario general de los socialistas siembra la desconfianza en los de Rivera al no llamarle, mientras sí se reunió con el coordinador de IU
· Sin postularse
En el PSOE insistían ayer mismo en que Sánchez no se ha postulado a nada y sólo dialoga en busca de salidas
· Perjudica a las autonomías
El presidente extremeño pide estar «a la altura» porque estar sin gobierno perjudica a las autonomías
Sánchez finalizó su segundo día de diálogo con los grupos políticos sin llamar al líder de Ciudadanos, Albert Rivera. Al cierre de esta edición no se había producido la conversación entre ambos. En Ciudadanos no disimulaban un cierto nerviosismo por la incómoda situación en que les ponía el que fuera su socio de investidura en la pasada legislatura. Pedro Sánchez evitó llamarles el martes, el día en que lo hizo a Rajoy y a Pablo Iglesias, y tampoco lo hizo el miércoles, manteniendo el «suspense» e incorporando, para añadir confusión al asunto, un encuentro personal entre Sánchez y Alberto Garzón, el coordinador general de Izquierda Unida y portavoz adjunto de Unidos Podemos.
Es por ello que el vicesecretario general de la formación naranja, José Manuel Villegas, instaba en declaraciones públicas a Pedro Sánchez a sentarse a negociar con el PP una salida a la falta de gobierno. Cualquier posible alternativa con otros partidos de perfil nacionalista sería «imposible» desde «una posición de respeto a la Constitución», recordó.
El «pacto de los noes»
Es más, en Ciudadanos temían que lo que en realidad pretendiera el secretario general de los socialistas con estas llamadas fuera buscar «un pacto en el bloque de los 180 diputados que votaron “no” a la investidura de Rajoy». Un acuerdo que calificaba Villegas como «una mala fórmula para España» porque «ahí hay partidos con los que es imposible ponerse de acuerdo para un programa de gobierno desde el respeto a la Constitución, las políticas económicas y la senda del déficit marcada por Europa».
La alternativa de un acuerdo PSOEPodemos-Ciudadanos para un Gobierno monocolor de los socialistas, que ayer se lanzaba de forma lo suficientemente ambigua como para que sonara a globo-sonda, tampoco la veían viable en el partido de Albert Rivera. Para el secretario de Comunicación de esta formación, Fernando de Páramo, el Gobierno supuesto de Pedro Sánchez es, a su juicio, «imposible» con 44 formaciones políticas y considera que «ni en el propio PSOE se ponen de acuerdo sobre qué debe hacer Sánchez», por lo que vuelven a insistir en que se abstengan ante una futura investidura de Mariano Rajoy en un ejercicio de «responsabilidad».
A la espera de lo que les plantee Sánchez, los dirigentes de Ciudadanos no tienen intención de acudir a ninguna mesa de negociación que no suponga una investidura viable. Y, recuerdan, Pedro Sánchez ha dicho que él no se postula para nada.
El otro hipotético socio en ese gobierno, Unidos Podemos, tampoco ve clara la actitud del secretario general de los socialistas. Así se lo recriminaba el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, señalando que un gesto «vale más que mil llamadas» y asegurando que la gente espera respuestas, «no más llamadas, más fotos, más teatro».
Hernando: «No es candidato»
Ayer mismo lo reiteraba su portavoz parlamentario, Antonio Hernando: con estas llamadas y reuniones, «el PSOE está en buscar soluciones al problema de España, a través del diálogo», pero «Pedro Sánchez ni se ha propuesto para nada ni es candidato a nada», insistió.
La búsqueda de fórmulas y sus ofertas de generosidad en todo caso no incluyen un cambio de actitud por parte del PSOE. En esto también insistía ayer Antonio Hernando: «Mucha gente ha dicho que el PSOE iba a cambiar de opinión, ciertos editoriales… la normal presión en un país libre», ironizaba en La Sexta, para después añadir: «No vamos a cambiar de opinión, nuestro voto va a ser no hasta el final».
Pero si por esta vía la solución parece ser tan inviable como lo fue en la votación de investidura de Rajoy el 2 de septiembre, la otra fórmula, que Sánchez se postule finalmente como alternativa de gobierno, tampoco parece tener mucho futuro, a juzgar por las opiniones de los propios socialistas.
Aviso andaluz
Desde la poderosa federación socialista andaluza, el portavoz parlamentario Mario Jiménez lo reiteraba una vez más, alto y claro: «No es posible» una alternativa a un Gobierno del PP por el «veto» que existe entre Podemos y Ciudadanos. Sin el «sí» de ambas formaciones, la lógica aritmética resultaba cruelmente palpable: «Con 85 diputados no se puede presentar nadie a una investidura», parecía recordarle al propio Sánchez.
Por su parte, el presidente socialista de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, enviaba su propio S.O.S., dadas las complicaciones añadidas que la situación de interinidad gubernativa está causando a las autonomías: «La no existencia de Gobierno ya ha comenzado a perjudicar seriamente a las comunidades autónomas». Por eso, manifestó su deseo de que en los próximos meses «todos» estén «a la altura» para hacer «frente» a los «importantes retos» que España tiene «por delante».
Otras voces en el PSOE, sin embargo, instaban a Sánchez a tomar la iniciativa: le invitaban a «articular una alternativa para el Gobierno de España» porque es, le decían ayer, «el momento de alcanzar acuerdos y de encontrar los puntos de encuentro que el PP ha despreciado durante todos sus años de Gobierno» porque «la solución pasa por el PSOE».