ABC 17/04/17
Soberanismo en declive, y cambio en el liderazgo del bloque secesionista. Desde el inicio del proceso, la antigua Convergència –ahora transmutada en PDECat– no ha hecho más que retroceder en los sucesivas convocatorias electorales en favor de una ERC en ascenso. Si en los comicios de septiembre de 2015 esta tendencia quedó en suspenso con motivo del experimento de Junts pel Sí –difícilmente repetible– los sucesivos sondeos confirman a ERC como nueva fuerza hegemónica, mientras que los herederos de CDC se disputarían la segunda posición con Cs.
El último sondeo publicado ayer, de «La Vanguardia», apunta a que ERC ganaría en unas hipotéticas elecciones autonómicas con 39 diputados, mientras que el PDECat sacaría 23, solo uno más que Cs. De este modo, y apuntalando también el retroceso en el apoyo a la independencia que constatan otros sondeos, el bloque independentista (ERC, PDECat y la CUP) quedaría reducido a 68 diputados, en el límite de la mayoría absoluta (frente a los 72 actuales).
Nuevo tripartito
Catalunya Sí Que es Pot (CSQP) conseguiría 16 escaños, cinco más que los obtenidos en los últimos comicios, importante avance pero en ningún caso a la altura de las expectativas que se suscitan en el entorno del nuevo proyecto liderado por Ada Colau y Xavier Domènech. Según el mismo sondeo el PSC obtendría 15 diputados (uno menos), mientras que el PP, con 14, avanzaría tres, el mismo número que pierde Cs. La CUP obtendría 6, cuatro menos menos que en 2015. Según el mismo sondeo, en el Parlament podría configurarse también una mayoría alternativa de izquierdas, un tripartito en liderado por ERC, junto a PSC y los «comunes».
Por otra parte, el mismo sondeo señala que un 75% de los catalanes estaría de acuerdo en celebrar un referéndum, aunque los que consideran que debe hacerse de manera acordada con el Gobierno son el 66% (en enero eran el 59,1%), al revés que los defensores de la vía unilateral, que caen del 37,3% al 28,8%. Si se llegase a celebrar el referéndum, un 41,9% apuesta por el «sí» (42,3% en enero) y un 39,7% se inclina por el «no» (antes el 41,9%).
El mismo sondeo destapa también una visión muy crítica de la sociedad catalana con respecto a los escándalos de corrupción de la antigua CDC,
y particularmente con Artur Mas. Un 57,6% apuntan que las últimas revelaciones sobre la financiación ilegal del partido deberían llevar a la retirada del expresident en tanto que «máximo responsable político».
Los partidos reaccionaron de manera distinta, leyendo unos la confirmación del final inminente del «proceso», restando valor otros a sus expectativas a la baja. Así, por ejemplo, el presidente del grupo parlamentario de Junts pel Sí, Jordi Turull, apuntó en las redes sociales: «¿Encuestas? La única que vale es la del resultado que sale de las urnas. ¿Urnas pronto? ¡Sí! para el referéndum sobre la independencia».
Por su parte, el secretario de comunicación y portavoz adjunto en el Parlament de Cs, Fernando de Páramo, apuntó que los sondeos demuestran que un Govern no independentista «está muy cerca de ocurrir» en Cataluña, y por ese motivo pidió al presidente Puigdemont que disuelva el Parlament y convoque elecciones.
Por otra parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, afirmó ayer en una entrevista en Al Yazira que «suponiendo» que ganara la independencia en un hipotético referéndum soberanista, «no quiere decir que se declare». «No he sido nunca nacionalista ni independentista porque pienso que en un mundo global como en el que vivimos las fronteras tienden a desaparecer», apuntó la alcaldesa, que no obstante se reafirmó en su defensa de la consulta.