ABC 07/12/16
· Pastor avisa a Iglesias de que el acuerdo es un valor y no puede usarse para atacar al rival
El Congreso de los Diputados se vistió ayer de gala para celebrar el 38 aniversario de la aprobación de la Constitución. La conmemoración coincide con la gestación de un consenso entre los grandes partidos para negociar el alcance de una reforma de la Carta Magna, ante el que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, quiso advertir de que la búsqueda del acuerdo «debe ser considerada un valor y no puede ser aprovechada para deteriorar la credibilidad y la fiabilidad de los representantes públicos».
«La búsqueda del acuerdo debe ser un valor y no puede ser aprovechada para deteriorar la credibilidad de los representantes públicos» «No tendría sentido que la Constitución de todos se sustituya por otra pensada solo por y para algunos. Cualquier ajuste del marco de convivencia deberá contar con todos» «Ningún orden que aspire a atender eficazmente las necesidades de una sociedad en evolución puede anclarse en posturas inmovilistas»
El mensaje tenía un claro destinatario, Podemos, cuyas posiciones en cuestiones como la territorial, con la exigencia de un referéndum, amenazan el alcance de la reforma. De fondo late la duda en PP, PSOE y Ciudadanos de que Podemos tenga verdadera voluntad de participar en esa actualización y no quiera instrumentarla como arma para hacer oposición, lo que equivaldría a bloquearla.
«Bloqueos indeseables»
La presidenta del Congreso invitó a Podemos a sumarse a los trabajos, y a los partidos constitucionalistas a hacerle un hueco. «No tendría sentido que la que ha sido la Constitución de todos fuese sustituida por una Constitución pensada solo por y para algunos», dijo. La tercera autoridad del Estado defendió la transacción y la búsqueda de la concordia, dada la importancia del proyecto. «Cualquier ajuste en el marco de nuestra convivencia ha de contar con todos», resaltó. Pastor abonó el terreno para la flexibilización de las distintas posturas políticas defendiendo que, para evitar «bloqueos indeseables», la búsqueda del entendimiento conlleva «renunciar a parte de las propias posiciones, sin que ello suponga una renuncia a los compromisos adquiridos con los electores».
Sacó del debate de reforma de la Carta Magna el derecho a decidir. Ensalzó el Estado de Derecho y las leyes como «la máxima garantía para la preservación de la unidad nacional».
Esta posición no debe interpretarse como un rechazo de Pastor a la reforma de la Constitución, sino como una receta para lograr su éxito. De hecho, quiso apoyar la iniciativa de los grupos sosteniendo que la permanencia de la ley de leyes «se vincula a su propia capacidad para adaptarse a los cambios y a las nuevas generaciones». «Ningún orden que aspire a atender eficazmente las necesidades de una sociedad en evolución puede anclarse en posturas inmovilistas», avisó.
No obstante, pidió a los grupos que el debate que inicien sea «profundo y sosegado» y buscando el interés general, exculpando a La Moncloa ante las críticas de inmovilismo porque, dijo, «la prudencia» debe guiar al Gobierno.
Pastor dio su discurso en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso, ante el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, demás miembros del Ejecutivo y representantes de la sociedad civil y de todos los grupos políticos salvo los soberanistas. Se confirmó la ausencia anunciada de Pablo Iglesias y la mayor parte de Podemos.