Ábalos adjudicó en pandemia a la empresa de “su mano derecha”, el aizcolari del socialismo Koldo, 36,5 millones de euros en dos contratos a dedo; Francina Armengol, actual presidenta del Congreso y entonces presidenta de Baleares junto al actual ministro de política territorial y entonces presidente de Canarias, Torres, le dieron diez millones; la empresa del tal Koldo pasó de tener números rojos a ganar cuatro millones de euros con tan solo cuatro empleados; las propiedades adquiridas por el mencionado tienen un precio de mercado de un millón de euros. Hasta aquí un somero resumen del “éxito” de Koldo García Izaguirre.
Si estará la cosa malita que Esquerra se ha manifestado dispuesta a investigar el asunto en comisión parlamentaria. Et Tu, Brute, debe preguntarse un Sánchez acorralado entre el fiasco de las gallegas, la humillación en Marruecos y ahora este quilombo que huele fatal, porque estas presuntas comisiones se habrían cobrado en plena pandemia, con la muerte visitando muchísimos hogares españoles. Desde el PP se exige que Sánchez comparezca, y también el por entonces ministro de sanidad Salvador Illa y la actual titular de la cartera, la médica y madre. De momento, Santos Cerdán, que fue quién colocó como chófer de Ábalos a Koldo, y que va de negociador de Sánchez con Puigdemont – por cierto, ¿cómo van las conversaciones en Suiza? – se ha despachado groseramente con Ayuso, su hermano y la fruta. Puro canguelo. Porque llegados a este punto no hay vuelta atrás. Miren, señores socialistas del aparato, que sólo quedan ustedes y los ágrafos que no se han percatado de que este PSOE no es el de Felipe y Guerra, su gente traga con los indultos a golpistas; traga con los pactos con Bildu; traga con la amnistía; pero con lo que no tragará será con que existan personas que, presuntamente, se hayan forrado durante la pandemia.La tradicional simpatía del español con el pícaro se estrella cuando de muertos se trata. Y son muchas las familias que han perdido seres queridos como para que dejen pasar en blando las trapacerías en medio de aquel desfile de cadáveres.
Por cierto, ¿cómo van las conversaciones en Suiza?
Por eso ustedes, socialistas, quisieron cargase a Ayuso con lo de su hermano, pero les salió el tiro por la culata porque se investigó por activa y por pasiva dictaminando finalmente la justicia que no había nada ilegal; por eso Pablo Casado empleó los mismos métodos de alcantarilla y la jugada le salió fatal al muchacho; por eso a Ábalos se le forzó a dimitir como ministro. Y si se prueban las acusaciones, se acabó vivir del cuento con esa patraña de que peor sería que gobernase la derecha. Siendo exactos, la derecha ya les está comiendo la tostada: el PP gobierna once comunidades autónomas, más Ceuta y Melilla. Gobierna el cuarenta por ciento de los municipios de España, entre ellos treinta capitales de provincia. Además, es el ganador de las últimas elecciones generales con 137 escaños en el Congreso y 140 en el Senado, mayoría absoluta. Digo más, para que Sánchez siga en su sillón esperando que lo llamen desde Rabat ustedes tienen que pactar con las aguas fecales de la política española. Un equilibrio tan frágil que si mañana Puigdemont dice que nanay, se les acaba la mayoría.
Ustedes, socialistas, quisieron cargase a Ayuso con lo de su hermano, pero les salió el tiro por la culata porque se investigó por activa y por pasiva dictaminando finalmente la justicia que no había nada ilegal
Lo de Ábalos les provoca miedo. Se nota el giñe que llevan encima. Ya hay quien pide en Ferraz que abandone su escaño porque, aunque no supiera nada, era el responsable político. Como lo sería Sánchez. Un presidente que no sabe lo que hacen sus ministros debe irse a su casa. Excuso decirles si lo sabe y no mueve un dedo. El sanchismo tiene miedo, mucho miedo. Y Sánchez se mesa la cara pensando si ha llegado el momento de poner a remojar sus barbas.