Imma Lucas-Vozpópuli 

España se va a convertir en el primer país de Europa que lleva dos años sin presupuestos aprobados y que más tiempo tiene a un presidente sin ser investido

Solo tienen 47 días para ponerse de acuerdo Sánchez e Iglesias si quiere el líder socialista gobernar España los próximos 4 años. Si quiere un gobierno de izquierdas y progresista, ahora bien, si quiere seguir soñando con una mayoría absoluta que ni las encuestas se la dan nos vamos fijo a elecciones el 10 de noviembre y vuelta a empezar en este sin sentido en el que llevamos meses.

España se va a convertir en el primer país de Europa que lleva dos años sin presupuestos aprobados y que más tiempo tiene a un presidente sin ser investido. Sí, queremos ser únicos y lo somos en algunas cosas, pero para mal. Y empieza la cuenta atrás y aún no ha sucedido lo más importante, lo que es clave en cualquier negociación que se precie y es que los protagonistas de la misma se sienten a dialogar a encontrar cuáles son los puntos de acuerdo. Que está muy bien toda esta agenda que le han preparado al presidente en funciones para que mantenga reuniones con feministas, ecologistas, sindicatos etc, etc, etc. Muy bien, muy buena agenda, pero digo yo que falta lo más importante porque a estas alturas justificar esos encuentros para mejorar un programa político perdónenme, pero me parece una idiotez mayúscula.

En esta vida no sólo hay que serlo sino parecerlo y si Pedro Sánchez no quiere ir a elecciones debe demostrarlo porque si bien esas reuniones deben estar en su agenda de gobierno y no dejarlas ni para el final ni para últimas horas o para simple postureo, lo que ahora mismo debe estar en la agenda del que quiere ser presidente son reuniones sucesivas con Pablo Iglesias hasta llegar a un acuerdo que devuelva a este país un gobierno estable, si es que alguna vez lo tuvo.

Sánchez debe demostrar en estos 47 días su capacidad de responsabilidad y su capacidad negociadora. ¿Qué es política si no?

Isabel Díaz Ayuso en la comunidad de Madrid ha demostrado como tres partidos que dicen considerarse bastante diferentes han logrado ponerse de acuerdo para quitarle el poder al vencedor de las elecciones, el socialista Ángel Gabilondo, e imponer su programa de derechas. Gran ejemplo de lo que nos espera como la izquierda siga manifestando día si y día también sus desencuentros. En política todo es posible y nada está escrito, de quién depende el acuerdo, de los dos. Cierto es que Sánchez como ganador de las elecciones tiene mucha más responsabilidad en el asunto y debe tocar con los pies en el suelo porque el resultado que obtuvo dista mucho del alcanzado en Extremadura o Castilla la Mancha donde los candidatos han conseguido la mayoría absoluta. Al igual que Casado no puede pensar que España es Galicia. Un poco de realismo, rigor y sensatez porque sin esos ingredientes mucho me temo que nos van a conducir nuevamente a las urnas.

Sánchez debe demostrar en estos 47 días su capacidad de responsabilidad y su capacidad negociadora. ¿Qué es política si no? Política es diálogo porque sin él nada se consigue si no vayamos a ¿cómo fue el final de ETA? Nada nuevo, sin diálogo no hay política que se precie y tanto Sánchez como Iglesias deben exponer su capacidad para hacer política en mayúsculas.

Si Sánchez no quiere que Casado, Rivera y Abascal redecoren la Moncloa tendrá que mover la única ficha que no ha movido. Cara a cara diario si hace falta con Iglesias, hoja en blanco y a negociar.