Carmen Martínez Castro-El Debate
  • Esos militantes de fe ciega en el sanchismo tal vez empiecen a entender esta noche que las críticas de Felipe González y del resto de socialistas del antiguo testamento no venían dictadas por el resentimiento sino por el sentido común

Todas las elecciones son importantes, pero la jornada de hoy en Extremadura presenta especial interés y no porque sean unos comicios de resultado incierto. Todo lo contrario; los grandes titulares se han venido anticipando a lo largo de la campaña sin apenas variación. Ganará el PP con mucha ventaja, Vox experimentará la mayor subida y el descalabro del PSOE será enorme. Otro histórico feudo del socialismo pasará a ser un bastión más de la derecha.

Con ese resultado a los populares ya les había compensado el adelanto electoral. Eran segundos y van a ser primeros con mucha autoridad. Guardiola obtendría un aval inequívoco a su gestión, saldría reforzada y con más autoridad moral para desarrollar su acción de gobierno. Vox también podrá presumir de la mayor subida, pero tendremos que esperar al recuento de esta noche para medir el resultado de esa pugna fratricida en la derecha; un duelo en el que ganar más escaños no significa ganar más poder.

Para el PSOE el escenario es desolador. La bofetada que anticipan las encuestas es de tal magnitud que Sánchez adelantó a mitad de mes su comparecencia de final de año para quitarse de en medio y dejar a Gallardo como único protagonista de la debacle. Sin duda el candidato se ha trabajado a pulso el castigo que le vaticinan las encuestas; concurrir a unas elecciones estando procesado es impropio de un político de hechuras democráticas y merece un severo reproche ciudadano. Pero la derrota del PSOE va mucho más allá de las limitaciones de su candidato extremeño, porque a Gallardo y a la marca PSOE los acompañan en estas elecciones todos los hombres del presidente: Ábalos, Cerdán, Paco Salazar, Zapatero e incluso alguna mujer como Leire, la fontanera. Ante la ciénaga de corrupción que se está destapando en el gobierno sanchista, el empleo fake del hermano músico en la Diputación de Badajoz casi resulta anecdótico, los decimales de una cuenta millonaria.

Que Gallardo es el menor de los problemas del socialismo lo acreditan los sondeos electorales de Andalucía y Murcia publicados también en estos días. En el caso del Andalucía, el PSOE se quedaría por debajo de los 30 escaños en un parlamento de 109 y a punto de perder el título de segunda fuerza política en beneficio de Vox. En Murcia ese sorpaso ya se habría producido y con mucha claridad.

Esos militantes de fe ciega en el sanchismo tal vez empiecen a entender esta noche que las críticas de Felipe González y del resto de socialistas del antiguo testamento no venían dictadas por el resentimiento sino por el sentido común. Fueron los acertados profetas de la catástrofe a la que hoy se tienen que enfrentar. De ahí los insultos de Óscar Puente contra Eduardo Madina; como si la realidad se pudiera borrar a base de exabruptos.

Ya que estamos en Navidad, es inevitable recordar el cuento de Dickens. Muchos socialistas se acordarán esta noche de Navidades pasadas, con los fantasmas de Ábalos y Cerdán celebrando sus éxitos en el balcón de Ferraz. Pero también se les aparecerá el fantasma de Navidades futuras, con Vox convertido en segunda fuerza política por delante del PSOE, algo que ya ha sucedido en Alemania. Son las consecuencias de haberse sometido a un Señor Scrooge de la política como es Pedro Sánchez.