CUP y ERC desobedecen la orden judicial de respetar el 12 de Octubre

EL MUNDO 13/10/16

· Rompen la resolución y abren el Ayuntamiento de Badalona
· Un juzgado ya los investiga

La mayoría de concejales del Gobierno de Badalona ignoraron ayer la orden de un juez que prohibió al Ayuntamiento abrir el Día de la Fiesta Nacional. Seis de los 10 miembros de la corporación municipal accedieron a las oficinas, pese a haber anunciado que se atendrían al mandato del juez. «Hemos decidido esto», dijo el teniente de alcalde Jose Téllez, a la vez que rompía ante las cámaras la resolución que impedía que la plantilla del Consistorio pudiera trabajar, una pretensión con la que el Ejecutivo local perseguía evidenciar su rechazo a la Fiesta Nacional.

El gesto de Téllez, número dos de la coalición Guanyem Badalona y militante de la CUP, dio el pistoletazo de salida a una mañana de desobediencia que la formación anticapitalista y ERC barruntaban desde la tarde del martes.

Los ediles aseguraron haber disuadido a una decena de empleados que, en contra del juzgado, querían ocupar sus puestos, tal y como el Gabinete municipal les había propuesto. Los regidores les avisaron de que se exponían a medidas judiciales en su contra. Al final, ningún empleado entró en el edificio, pero sí lo hicieron algunos concejales: tres de la CUP, dos de ERC y una independiente.

Respaldados por diversos diputados y hombres de peso de la CUP, así como dirigentes de Esquerra, los propios concejales controlaron la entrada a las dependencias y respondieron a consultas en el vestíbulo. Adujeron que lo hacían para «atender lo mejor posible» a los vecinos, aunque admitieron que estaban desoyendo al juez, que vetó que las dependencias se abrieran en una jornada inhábil a efectos administrativos. No sabían a qué castigos se enfrentarían. El grupo del PP en Badalona presentó una denuncia por los hechos en un juzgado de la ciudad, que ha abierto una investigación.

«Hemos hecho nuestra tarea, que es atender a la ciudadanía, como hacemos muchos fines de semana y festivos, con una normalidad que no quieren que tengamos», criticó el concejal de ERC y alcalde en funciones, Oriol Lladó. Las puertas cerraron a mediodía, media hora después de que una decena de manifestantes se apostara cerca de la oficina dando vivas a España. «Si el Ayuntamiento desobedece, yo desobedezco al Ayuntamiento», exclamó una mujer rasgando un papel delante de Téllez, imitando su desplante con el auto judicial.

«No engañéis, esto no sirve para nada», recriminó otra mujer. Fueron replicadas al grito de «12 de Octubre, nada a celebrar». Las discrepancias no pasaron a mayores.

Cuatro de los 10 integrantes del Ejecutivo de Guanyem Badalona en Comú, Esquerra e ICV-EUiA se ausentaron de la protesta, con la que se desafió la medida cautelar decretada por el juez tras un recurso de la Delegación del Gobierno en Cataluña. Se trata de la alcaldesa, Dolors Sabater, que se encontraba en Colombia por un congreso, aunque defendió el desacato en Twitter; un edil de ERC, que se excusó, y los miembros de ICV-EUiA, que se desentendieron.

«Se ha convertido en un circo mediático que retroalimenta a PP e independentistas», alegó el concejal ecosocialista Àlex Mañas, favorable a que los empleados hubiesen trabajado. «Había un acuerdo con los sindicatos, pero ha habido una pésima gestión de Recursos Humanos del Ayuntamiento, que se está tapando con un show mediático. El primer correo en que se avisó a los trabajadores que podrían venir a trabajar fue este lunes», apuntó.

Unos 200 ciudadanos se personaron en el local, según el Ayuntamiento, que no obtuvieron más que información, aplazándose algunos trámites que no podían cursarse al ser festivo. «He redactado ocho instancias que tramitaré mañana [por hoy] a primera hora», dijo el edil Francesc Duran a media mañana.

Junto al episodio vivido en Badalona, una cuarentena de ayuntamientos de pequeñas localidades catalanas autorizaron ayer que sus empleados no libraran. Varios consejeros también mantuvieron sus agendas habituales, entre ellos el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras.

La oposición censuró al Ejecutivo de Badalona. El líder parlamentario del PP catalán y ex alcalde de la ciudad, Xavier García Albiol, lo calificó de «chulería» y «disparate». El PSC también se desmarcó de lo que definió como «espectáculo».

Los socialistas facilitaron la investidura de Sabater para apear a Albiol de la Alcaldía, aunque no se han incorporado al Gobierno de Badalona. El PSC justificó su apoyo a la alcaldesa a cambio de neutralidad por parte del equipo de Gobierno frente al proceso independentista, pero ayer advirtió de que actuaciones como estas «ponen en cuestión este pacto».

Su líder en Badalona, Álex Pastor, se situó «tan alejado» de Guanyem como del PP. «Estamos tan lejos de una moción de censura como de apoyar a este Gobierno», esgrimió el concejal socialista, que se reafirmó en que «ni por activa ni por pasiva» el PSC propiciará que los populares retomen el poder: «Albiol hacía de Donald Trump por la calle con un discurso parecido al de Marine Le Pen. No apoyaremos a Albiol ni a nadie del PP». Los presupuestos del Ayuntamiento dependen del PSC, cuya desconfianza hacia la alcaldesa se incrementó ayer.

APOYO A LA FIESTA NACIONAL EN EL CENTRO DE BARCELONA
La manifestación en apoyo a la Fiesta Nacional convocada ayer en Barcelona se convirtió en un desafío al Gobierno independentista. Representantes de las entidades que organizaron el acto aseguraron que desobedecerán cualquier iniciativa de la Generalitat catalana que implique la ruptura con España. «No pagaremos los impuestos de la Hacienda catalana y no cumpliremos sus leyes de la desconexión», aseguró Josep Alsina, presidente de Somatemps. Los cálculos del comité oficial organizador de la Fiesta Nacional en Barcelona, impulsado por las asociaciones Movimiento Cívico Espanya i Catalans y Somatemps, junto con una treintena de entidades más, advirtieron de unos 50.000 asistentes, aunque la Guardia Urbana de Barcelona rebajó la cifra a 5.000.