EL MUNDO 19/03/13
La fundación Rowntree ya le ha pagado al abogado 233.820 por mediar a favor de ETA
El abogado sudafricano Brian Currin aparece en el informe 2009-2011 de la Joseph Rowntree Charitable Trust en traje y corbata, escuchando una traducción por auriculares, de espaldas al logo de una charla en euskera sobre «el acuerdo y la consulta». Tras presentarse como «facilitador» de procesos de paz, aclara a su cliente cuáles son sus dos objetivos urgentes para el País Vasco: «Nuestros desafíos inmediatos son: la restauración de la actividad política en libertad y todas las negociaciones inclusivas entre partidos políticos vascos sobre la compleja cuestión de la autodeterminación. Dependiendo del resultado acordado, puede haber una necesidad de futuras negociaciones con Madrid».
Esa voluntad de abrir la puerta a la independencia que exige el nacionalismo vasco se entiende bien cuando el letrado que está ayudando a la izquierda abertzale plantea su punto de partida, coincidente con ésta: «La lucha armada de ETA no fue el conflicto; fue un síntoma del conflicto sobre el estatus del País Vasco en España».
Por su labor -que, recuerda, facilitó la declaración unilateral de «cese definitivo» por parte de ETA-, Brian Currin recibió durante esos tres años 77.294 libras esterlinas (90.757 euros) de esta fundación filantrópica. A ellas se unen en el informe de actividades de este año otras 25.000 libras (29.117 euros), con un plazo de 12 meses, para la «promoción y consolidación del proceso de paz en el País Vasco».
La Joseph Rowntree Charitable Trust es una fundación en honor al empresario cuáquero de este nombre que hizo fortuna con el chocolate Kit Kat. La organización ha destinado fondos también a los procesos de Irlanda o Sudáfrica. En el caso de Euskadi y de Currin, su relación económica empieza en diciembre de 2004, cuando el abogado recibe 5.500 libras para un «taller de resolución de conflictos en Sudáfrica en relación con el País Vasco».
En 2005, cuando ETA y el Gobierno se reúnen para pactar una tregua después de meses de encuentros entre los dirigentes de Batasuna y los del PSE-EE, la antigua Batasuna contacta con él por su conocimiento en el área de la liberación de presos en Sudáfrica y en Irlanda. En esos años el abogado se reunió además con todos los partidos vascos salvo el PP, que no quiso, para que respaldaran el proceso que estaba en ciernes; también, antes del atentado de la T-4 de Barajas, con miembros del Gobierno. Según publicó este periódico, su labor durante esos dos años fue pagada por la izquierda abertzale.
Con el fin de la tregua en 2007, la izquierda abertzale pidió a Currin que mantuviera sus servicios con el propósito de utilizar su agenda de contactos internacionales. Entonces, el letrado se puso de nuevo en contacto con la Rowntree, que le había servido ya como mediadora para cobrar sus servicios al Gobierno británico en las negociaciones irlandesas.
El dinero que ha ido percibiendo en estos nueve años el autoproclamado mediador a través de esta fundación alcanza los 233.820 euros -todos los pagos fueron en libras menos uno, en euros-. Parte le ha servido para sufragar los gastos del Grupo Internacional de Contacto y de la Conferencia de Aiete que, con figuras como Kofi Annan, sirvió de pista de aterrizaje para el adiós de ETA.