EL CORREO 02/04/15
· El diputado general de Álava (PP) plantea una consulta vinculante sobre el nuevo estatus político y dice que su provincia no aceptará «imposiciones»
El diputado general de Álava, Javier de Andrés (PP), no está dispuesto a que una eventual reforma del Estatuto de Gernika se cocine solo en Bizkaia y Gipuzkoa. Así lo hizo saber ayer el dirigente foral en el marco de la ponencia de autogobierno del Parlamento vasco, que pretende sentar las bases de un nuevo estatus que blinde las competencias de Euskadi mediante un acuerdo entre las fuerzas vascas que sea luego ratificado por el próximo Gobierno central. Pero, dada la actual configuración de las diputaciones –y la intención del PNV de llevar a la Cámara un acuerdo ya cerrado–, el responsable del Ejecutivo alavés reclamó que el voto del territorio histórico del que está al frente y de sus ciudadanos sea «determinante» a la hora de abordar la modificación del Estatuto de Autonomía.
Acuerdo «Debe ser más armónico de lo que ha sido estos años para que todos nos veamos reflejados»
Euskera «Los alaveses no pueden verse perjudicados por sanciones o limitaciones de acceso al trabajo»
El también secretario general del PP de Álava incidió en que el nuevo marco jurídico-político tiene que configurarse teniendo en cuenta todas las sensibilidades y evitando así el riesgo de que «la mayoría nacionalista» imponga su «receta». Para el diputado general, ya que «Álava es un sujeto político con trayectoria histórica garantizada por la propia Constitución», sería necesario que las instituciones y los vecinos «reediten» –en los tres territorios– cualquier modificación de la norma.
Y el apoyo o rechazo, puntualizó, debería ser «vinculante». La provincia que él dirige, consideró, «tiene voz y voto en un nuevo estatuto, cada ciudadano individualmente y en su conjunto». En su opinión, no hay «nadie que piense que Álava tendría que aceptar lo que impongan Bizkaia y Gipuzkoa», cuando este territorio «se embarcó» en la autonomía vasca con unas condiciones específicas de relaciones internas con los otros territorios y con el resto de España, que ahora «no se pueden modificar sin más». También advirtió que dejar en manos de Bizkaia y Gipuzkoa el futuro de Euskadi haría a los ciudadanos «someterse a la obligatoriedad de unas leyes que podrían ser muy negativas para los alaveses y sus derechos y libertades».
«Equilibrio» provincial
Con la búsqueda de un acuerdo pospuesta hasta después de las elecciones municipales –el lehendakari, Iñigo Urkullu, pretende zanjar las conversaciones entre los comicios de mayo y los generales de finales de año–, De Andrés compareció ante la ponencia de autogobierno de la Cámara para dar a conocer sus reflexiones sobre la posible renovación del Estatuto y sobre la relación interna, responsabilidades y competencias de las instituciones vascas en su conjunto.
En ese sentido, el diputado general miró hacia el euskera como principal tesis de su discurso y argumentó que se debe garantizar el «equilibro» entre las tres provincias, además de en cuestión de derechos y de financiación, en materia de «libertad lingüística». «Los alaveses no puede verse perjudicados por sanciones o limitaciones de acceso al trabajo por no saber euskera, ni los alaveses ni ningún otro ciudadano», advirtió al tiempo que expuso que esta reforma estatutaria debería incluir «un núcleo que garantice derechos y libertades a los ciudadanos vascos y que no haya ninguna opresión por razones lingüísticas, culturales o territoriales».
Es más, se remitió al Estatuto de Gernika y consideró que el resultado del nuevo estatus «debe ser más armónico de lo que ha sido estos años para que todos los territorios y ciudadanos nos veamos reflejados». El día 15 se cerrará la fase de comparecencias con la presencia del exlehendakari Juan José Ibarretxe, si bien algunos grupos políticos como el PNV tienen la intención de solicitar alguna adicional.