- La última: imputados por presunta corrupción seis cargos de los bomberos de la generalidad
Facturas infladas, comisiones -en este caso se trata de un modesto dos por ciento, todo un detalle – por el mantenimiento de los vehículos, en fin, lo habitual. Muchos recordamos que los bomberos de la generalidad han sido uno de los colectivos más pro separatistas, lo que no es poco decir. No me gusta escribir ad hominem, pero en mi tierra si no salivas al ver una estelada no te dejan ni regar los geranios. La república y tal. Pasa lo mismo con los Mossos. Ahí tienen, verbigracia, a Donaire, pobret, que dice estar de baja lo que no le impide acudir a debates en la pro separatista 8TV. No teman que asuntos internos de la policía autonómica le digan nada. El muchacho posee bula por haber ido en las listas de Junts y goza de buenas agarraderas entre los budas del separatismo neoconvergente.
Otrosí digo de la policía autonómica, y es cómo protegen a los cuatro que cortan la Meridiana a diario a expensas de impedir el paso a una ambulancia que iba a contrarreloj con sirena y luces a todo trapo. O los que en lugar de disolver a los fanáticos separatas que en Vic hicieron un escrache durísimo a Alejandro Fernández, del PP, se limitaban a contener a los lazis furibundos que no dejaban de gritar feixistes fora, ya ven, nazis hablando de fascistas.
Me consta que en bomberos y en la policía existen no pocos profesionales como la copa de un pino, gente que sufre los excesos de sus compañeros amparados por un gobierno que hace la vista gorda con cualquiera de los suyos»
Si saco a relucir estos ejemplos de lo que es una realidad palpable es porque, en primer lugar, me consta que en bomberos y en la policía existen no pocos profesionales como la copa de un pino, gente que sufre los excesos de sus compañeros amparados por un gobierno, el de Aragonés, que hace la vista gorda con cualquiera de los suyos; en segundo lugar, hasta donde yo sé y me enseñaron, si nos ceñimos a la fuerza pública, la policía está para velar que la ley se cumpla, mantener el orden público, garantizar la seguridad de las personas y proteger a la sociedad del delincuente. Recuerdo perfectamente en los albores de la ANC la importancia que se daba a contar con sectoriales de mossos y de bomberos. “Son el embrión de nuestras futuras fuerzas armadas”, se decía.
Que bomberos y policías pagados con el dinero de todos puedan ser partidistas es algo que debería inquietarnos mucho más que si cobran comisiones o no, porque ya se ve que en Cataluña los que no practicamos el arte del sobrecito estamos considerados poco menos que como tontos de baba. Aquí chupa todo Dios. Y que nadie se asuste. Siempre he dicho que con el corrupto puedes acabar entendiéndote, es cuestión de precio. Que se lo digan a Pujol, que mantuvo un cierto orden mientras el gobierno central le dio carta blanca a sus negocis. Entiéndaseme, insisto, no defiendo, describo. Pero con el fanático es imposible negociar, porque a ese lo único que le importa es aniquilar al contrario y que prevalezca su ideología. Es la diferencia entre un convergente y un lazi. El grado de hiperventilación y descaro.
Con el fanático es imposible negociar, porque a ese lo único que le importa es aniquilar al contrario y que prevalezca su ideología. Es la diferencia entre un convergente y un lazi»
Claro está que en todos estos líos no podemos ni debemos esperar que la Fiscalía del Estado ni nadie que dependa del gobierno central se interese y actúe de oficio. Es harto sabido que, entre bomberos, no se pisan las mangueras. Mientras tanto, si tiene usted una urgencia de vida o muerte no se le ocurra pasar por la Meridiana a las horas en que cuatro fanáticos la cortan o visitar una ciudad en la que los lazis hayan decidido que usted no es bien recibido. Porque lo tiene crudo y a usted seguro que le pisarán la manguera.