LIBERTAD DIGITAL 04/04/15
Los nacionalistas explotan la catástrofe aérea del vuelo de Germanwings y redoblan el discurso del odio contra España.
La catástrofe aérea en los Alpes ha sido utilizada por el nacionalismo como munición propagandística contra España. La espita fueron unos tuits ofensivos contra las víctimas catalanas, unos mensajes objeto de una veloz reacción del Ministerio del Interior y de la Fiscalía. Aún así, algunos de los «intelectuales» del nacionalismo aprovecharon para sacar punta al tema y espuma por los medios de comunicación del sistema mediático catalán.
Uno de los más celebrados cargos públicos de Cataluña, el director del «Museo» del Borne, el que calificó el viejo mercado como la «zona cero de la resistencia catalana contra los españoles», Quim Torra, es también un contumaz propagandista del estado propio y el derecho a decidir a sueldo del Ayuntamiento de Barcelona.
«Fascistas», «bordes», «locos», «sucios»
Sus comentarios en Twitter son un compendio de odio, desprecio e insultos a los españoles, al resto de los españoles. «Fascistas», «bordes», «locos», «sucios», «pijos», «maleducados» y «aniquiladores de naciones sin estado, como los franceses» son algunos de los epítetos habituales de tan singular «gestor cultural» en sus tuits. Aún así, los mensajes contra las víctimas de la catástrofe aérea le dieron pie a una «lección» moral en TV3 muy celebrada por sus seguidores, que emitieron un tuit felicitándole por decir que la catalanofobia no sólo estaba en las redes sociales «sino en muchos artículos de prensa».
«Ellos pasean una cabra con militares»
Tras alabar el proceso separatista, Cabré insiste en las diferencias en tono supremacista: «Somos la gente que monta ‘diadas’ como la de San Jorge. Nosotros. Ellos no. Ellos pasean una cabra con militares durante su fiesta nacional. Tenemos una densidad de genios por metro cuadrado infinitamente superior, históricamente y en la actualidad. España tiene el mejor barroco; nosotros tenemos todo lo demás, desde el románico y el gótico hasta Dalí y Ferran Adrià».
Sin atisbo de ironía, el autor de ese texto prosigue y concluye con el relato de la superioridad catalana: «Nosotros no hemos cometido ningún intento de genocidio cultural. No hemos prohibido lenguas. No hemos prohibido banderas. (…) No hemos creado un estado artificial basado en una corte, un empresariado del BOE y una tribuna del Bernabéu. Nosotros no hemos llevado España a un paso del rescate económico y el ridículo internacional. Sí, somos mejores o, al menos, tenemos el deber de serlo. ¿De acuerdo? De acuerdo».
Una de las últimas polémicas en las redes sociales sobre este particular le costó el puesto a un alto cargo del Gobierno, un directivo de la «marca España», por llamar «catalanes de mierda» a quienes silbaron el himno nacional durante la inauguración de los mundiales de natación en Barcelona.