Ángel Lara-El Debate
- Tanto miembros del partido como del Gobierno recurrieron a la prostitución a la vez que pregonaban su abolición y se declaraban feministas
«Soy feminista porque soy socialista». En el imaginario colectivo resuena esta frase proferida por el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, en un vídeo del partido por la celebración del 8M en 2020. Desde aquella afirmación, se reveló una cascada de relaciones del exdirigente socialista.
En paralelo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ondeaba la bandera de la abolición de la prostitución. Desde 2015 se incluyó en los programas electorales socialistas, aunque la ministra de Igualdad, Ana Redondo, se resignó a que «esta no sea la legislatura de la abolición de la prostitución». Este mismo verano, se modificó el Código Ético del partido, considerando una falta muy grave e «incompatible con la militancia» el «solicitar, aceptar u obtener un acto sexual de una persona a cambio de una remuneración».
Con la sombra de la corrupción sobre la formación, Sánchez aseveraba que su Gobierno está «absolutamente comprometido con el feminismo y con los derechos de las mujeres». Mientras los miembros de su partido (y su Ejecutivo) las trataban como mercancía y las dejaba desprotegidas, como evidencia los fallos en las pulseras antimaltrato.
Andalucía fue testigo de la etapa más negra al frente de la Junta, cuando comenzaron las fiestas en los burdeles —entre 2004 y 2010— con Fernando Villén como director general técnico de la Faffe (Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo).
Condenado a seis años de cárcel, utilizaba tarjetas bancarias de la fundación, adscrita a la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía y creada por el entonces líder autonómico socialista, Manuel Chaves. Efectuó 43 pagos con tres tarjetas diferentes en cinco clubes de alterne de Sevilla, Córdoba y Cádiz, en los que se gastó 32.566 euros.
El más frecuentado fue el Don Angelo, (Sevilla), donde acumuló un importe de 25.277 euros en seis días. Sin embargo, el más conocido fue el acontecido el 22 de marzo de 2010, entre las 20:57 y las 02:43 del día siguiente, en el que el dispendio alcanzó los 14.737 euros de los andaluces. En el juicio ante la Audiencia de Sevilla, el fiscal Anticorrupción, Fernando Soto, apuntó que «esa gran juerga u orgía fue de tal calibre que al día siguiente, Villén se inventó que le habían robado la tarjeta».
Aquel día, el entonces presidente Andaluz, José Antonio Griñán, remodeló su Gobierno y sustituyó al consejero de Empleo —del que dependía la Faffe—. De esta forma, prescindió de Antonio Fernández, condenado en el caso ERE, que fue sustituido por Manuel Recio. No se conoce si algún miembro del Gobierno participó en las fiestas de Villén.
La fundación quedaría disuelta en 2011, con su plantilla integrada en el Servicio Andaluz de Empleo (SAE). Años después, en 2018, el Sindicato Andaluz de Funcionarios (SAF) señaló a 85 enchufados socialistas entre los que se encontraban la esposa, cuñado y un sobrino de Villén, dos familiares del exvicepresidente Gaspar Zarrías o la esposa del exsecretario del PSOE andaluz, Juan Espadas.
‘Tito Berni’ y sus «grandes fiestas»
El foco volvió a ponerse sobre el PSOE con el ‘caso Mediador’. El exdiputado Juan Bernardo Fuentes Curbelo, conocido como Tito Berni en los ambientes de los clubes de alterne. Junto al general de la Guardia Civil Francisco Espinosa Navas y el empresario canario Antonio Navarro Tacoronte, pedían a empresarios un «peaje económico» de 5.000 euros bajo la promesa de «obtener privilegios» en contratación pública.
Las reuniones acontecían en el Congreso de los Diputados y en la sede de la Guardia Civil de Madrid, y acababan en «grandes fiestas» en clubes y hoteles con un gasto, entre otras cosas, en prostitutas y cocaína, según apuntaba el sumario del caso.
Tacoronte relataba en sede judicial que se alojaban en el Hotel Victoria 4, se hacían fotos en el Congreso, almorzaban y continuaban de fiesta el resto del día, gastando entre 3.000 y 3.500 euros «que pagaban los empresarios» y en las que «eran protagonistas el consumo de alcohol, de cocaína, la contratación de prostitutas y el consumo de viagra».
«Se enrolla que te cagas»
Años después, en 2021, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prescindía del exsecretario de organización socialista, José Luis Ábalos, en la remodelación del Consejo de Ministros. Así las cosas, el 21 de febrero de 2024, con la detención de su exasesor, Koldo García, —enmarcado en un supuesto cobro de comisiones ilegales por la adjudicación de contratos en la compra de mascarilla en plena pandemia— Ábalos quedaba relegado al Grupo Mixto.
A la investigación por los delitos por pertenencia a organización criminal, cohecho, tráfico de influencias y malversación, se le conocieron una serie de relaciones extramatrimoniales que se beneficiaron de la influencia de Ábalos. Asimismo, las grabaciones de Koldo incautadas por la UCO desvelan conversaciones con el exnúmero dos del PSOE lejos del feminismo pregonado por el partido. En ellas se escuchaban frases como «la Carlota se enrolla que te cagas» o «Ariadna está bien, está perfecta».
Por un lado, Jésica Rodríguez, a la que conoció por medio de un catálogo de prostitutas que Koldo tenía en su móvil. Esta trabajó en Ineco y Tragsatec y le pagó un piso ubicado en la Plaza de España de la capital. La misma Jésica reconoció en sede judicial desconocer dónde se situaba su puesto de trabajo, al que no acudía.
Por otro lado, Claudia Montes, que fue Miss Asturias en 2017. Fue contratada por la empresa pública Logirail, dependiente del Ministerio de Transportes, donde trabajó entre 2019 y 2022. «A la de Gijón no la puden contratar en Renfe, Adif o alguna de sus subcontratas» preguntó el exdirigente socialista el 8 de octubre de 2019 a su exasesor, que respondió con un: «lo arreglo».
Esta semana, Montes comparecía en la comisión de investigación del Senado, negando que existiera una relación sentimental con el ministro, con el que contactaba fundamentalmente por llamadas telefónicas e internet. A la vez que señalaba que Koldo lo acosaba sexualmente desde que abandonó su puesto en Logirail en febrero de 2022. Del mismo modo, reiteraba que el exministro de Transportes le reconoció que «Pedro Sánchez lo sabía todo».
Otra de las parejas fue Andrea de la Torre, señalada por la investigación judicial. La UCO accedió a unos mensajes en los que Koldo admitía haber gestionado un préstamo de 130.000 euros para ella con «alguna entidad financiera». Según las pesquisas, de la Torre adquirió dos inmuebles por un valor de 125.000 euros apenas cinco meses después.
Cuando se ordenó el registro del piso del exdirigente socialista en Valencia —el 10 de junio— entró en escena otra de sus amigas, Anaís D.G. Como señala el Instituto Armado al Supremo, trató de esconder un «disco duro azul» oculto en su pantalón. Esta se describía como una modelo de redes sociales y que había protagonizado contenido para adultos con el pseudónimo de Letizia Hilton.