Paloma Esteban-El Confidencial
Tras la sorpresa de que Abascal se sumara a un acto vinculado a Ciudadanos, el PP decidió no quedarse solo y acudirá. Los de Rivera planean un discurso europeísta que excluya a Vox
Cuando la semana pasada Vox anunció que se unía al acto en Alsasua organizado por España Ciudadana —plataforma civil impulsada por Ciudadanos— que tendrá lugar este domingo, al partido de Albert Rivera no le quedó más remedio que aceptar su presencia. «Es un espacio abierto, transversal y puede venir quien quiera», explicaba la portavoz nacional, Inés Arrimadas, sin entrar en mayores valoraciones. La formación de Santiago Abascal decidió participar en el acto para apoyar la labor de la Guardia Civil y la Policía en Navarra y dejar claro que en esto tienen mucho que ver con su rival. El fin de semana, el PP daba un paso al frente forzado por el partido de Abascal y anunciaba que también estaría en la localidad navarra representado por Ana Beltrán, su líder allí, y el exdirector general de la Policía y portavoz del grupo en el Senado, Ignacio Cosidó.
En principio, estaba llamado a ser el primer escenario en el que estas tres fuerzas políticas se encontraran con un objetivo común. Pero las cosas han cambiado en solo unos días y pueden hacerlo todavía más. Este lunes el número dos de Rivera, José Manuel Villegas, y el propio Abascal mantuvieron un ‘rifirrafe’ público en Twitter a raíz de que el presidente de Vox arremetiera contra Manuel Valls, ex primer ministro de Francia y candidato apoyado por Ciudadanos para la alcaldía de Barcelona. «Mira Manolo, no tienes ni idea de lo que estás diciendo, porque no tienes ni idea de lo que pasa en España. Entiendo que en Francia tampoco te aguantan, pero eso no es culpa nuestra. Vete a Martinica o algo», le espetó. El secretario general naranja respondió defendiendo a Valls y asegurando que en su formación no permitirán ataques de este tipo.
En Ciudadanos se encendieron las alarmas y, aunque su estrategia hasta el momento pasaba por mostrar la indiferencia más absoluta hacia Vox, ya admiten que este camino solo les enfrentará. La iniciativa de Abascal de sumarse desconcertó a las filas centristas hace días. Ahora, pasarán a la ofensiva y planean un discurso liberal y europeísta que excluya abiertamente al partido de ultraderecha. Rivera ya avanzó que uno de los protagonistas será el filósofo Fernando Savater, que intervendrá en el acto. Fuentes de Ciudadanos reconocen que la defensa de la Unión Europea jugará un papel clave y no esconden que parte del objetivo es que Abascal se sienta incómodo.
El líder naranja ya lo auguraba este lunes: «Nosotros vamos a estar cómodos porque organizamos el acto. A lo mejor no lo están otros con las banderas europeas. No sé si Abascal va a estar muy cómodo después de hacerse fotos con Le Pen», dijo en referencia a la afinidad entre Vox y el Frente Nacional francés. Además, en Ciudadanos insisten en poner en valor el papel desempañado por Valls en la lucha contra ETA, «pocas personas han luchado tanto y han defendido la Constitución española así».
En el caso de Vox, como ya publicó este diario, Abascal pretende acudir al acto a título individual, acompañado por algún otro dirigente del partido, como Javier Ortega. Según explican a este periódico, no estaba prevista la presencia de banderas verdes con el logo de su formación y quieren dejar a un lado la simbología partidista. Su intención sí pasa por movilizar a sus simpatizantes —muchos de sus afiliados se han mostrado partidarios de participar en el acto—para prestar apoyo a la labor de las fuerzas de seguridad, pero no quieren ‘invadirlo’, ni pretenden sacar músculo aprovechando la convocatoria de la plataforma vinculada a Ciudadanos. Ahora bien, entienden que este primer rifirrafe con los naranjas en nada ayuda y que las cosas pueden complicarse en los próximos días.
La escasa afinidad se visualiza en que no haya habido un solo contacto entre ambos pese a haber hecho pública su intención de ir al acto. En Ciudadanos aseguran haberse enterado de la situación «por la prensa», pero insisten en no haber intercambiado ninguna comunicación directa con Abascal. Fuentes de Vox aseguran que han intentado ponerse en contacto sin éxito.
En apenas una semana las fuerzas situadas en el espectro ideológico de la derecha han pasado de tener puntos en común (defensa de la Guardia Civil y de las víctimas del terrorismo) a estar a la gresca. Los populares son los que menos ruido han hecho de momento porque también fueron los últimos en sumarse a la convocatoria, obligados de alguna manera por el paso de Abascal. El domingo se medirán todos por primera vez y está por ver si realmente hay algún tipo de unidad en torno a cuestiones generales o, por el contrario, la simple confirmación de que son auténticos rivales electorales.