La embestida del ministro Oscar Puente al presidente de Argentina, Javier Milei, al que acusó de ingerir drogas -‘sustancias’- no fue una iniciativa espontánea del pintoresco y agresivo titular de Transportes que lidera el caos ferroviario nacional y al que se le acaba de complicar el caso Koldo con la implicación del actual presidente de Adif.
Sabedores los estrategas de La Moncloa de la participación de Javier Milei en la convención de Vox, decidieron provocar al argentino, quien no dudó en entrar a fondo en la porfía hablando de la ‘presunta corrupción’ de Begoña Gómez, lo que acabó con la retirada del embajador de España en Buenos Aires, tras tildar Sánchez las palabras de Milei de ataque al Estado español.
Al mismo tiempo, Sánchez anunciaba el próximo reconocimiento del Estado de Palestina, en plena guerra de Gaza y sin exigir previamente a los terroristas de Hamás (que han vuelto a felicitar a Sánchez) la liberación de los más de cien rehenes judíos que aún mantienen en su poder y sobre los que acaban de aparecer unos vídeos espeluznantes grabados por Hamás. Lo que ha provocado la llamada a consultas en Tel Aviv de la embajadora de Israel en Madrid (¿se imaginan que Israel reconozca la soberanía marroquí de Ceuta y Melilla?), al igual que ha ocurrido con los embajadores israelíes en Noruega e Irlanda.
De manera que el Gobierno de Sánchez ya cuenta con el apoyo mediático audiovisual de: Telecinco, La Cuatro, la Sexta TV, TVE 1, TVE 2, TVE 24 H, Rne y la Cadena Ser
Por otra parte, y de una manera en apariencia espontánea, hemos sabido que la empresa de los Berlusconi ‘Madiaset España’ ha nombrado presidenta de las cadenas televisivas Telecinco y La Cuatro a la ex ministra de Zapatero Cristina Garmendia, lo que anuncia un giro de Mediaset hacia el sanchismo que ya se vio venir con el desembarco -desde TVE 1- de Carlos Franganillo en el liderazgo de los servicios informativos de Telecinco.
De manera que el Gobierno de Sánchez ya cuenta con el apoyo mediático audiovisual de: Telecinco, La Cuatro, la Sexta TV, TVE 1, TVE 2, TVE 24 H, RNE y la Cadena SER. Y todo ello mientras el Ejecutivo de Sánchez entra en el accionariado de grandes empresas del Ibex 35, que tienen una influencia decisiva en la ‘alimentación’ publicitaria de los medios de comunicación a los que Sánchez promete meter en cintura, como anunció en el Congreso cuando dijo ‘¡van listos!’.
Control de medios en ausencia de Feijóo que completa el vigente régimen autocrático del poder de Sánchez quien, además, cuenta con el Gobierno de la nación, así como con el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas, el Consejo de Estado, la Fiscalía General, el CNI, el CIS, el BE, la CNMV, RTVE, Efe, etc. Y que ahora pretende conquistar por ‘la bravas’ el Consejo General del Poder Judicial para completar su dominio en la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo.
Se dirá que todo esto en España forma parte de la ‘alternancia’ en el poder y que situaciones parecidas ya ocurrieron, por ejemplo, bajo la presidencia de José María Aznar. Nunca, como ahora ocurre, la gobernabilidad estuvo en España bajo la influencia y dependencia de partidos anti constitucionales como Sumar y Podemos o separatistas como el PNV, Bildu (encumbrado en Euskadi), ERC y Junts. Y todo ello, abonado con una ‘costosa’ investidura de Pedro Sánchez, negociada fuera de España en la que tuvieron un destacado protagonismo tres delincuentes como son Puigdemont, Junqueras y Otegui. Lo nunca visto en los años de la Transición y en nuestro entorno europeo.
La apretada victoria de Feijóo
Es cierto que el Gobierno de Sánchez tiene ahora problemas en el Congreso para aprobar leyes con sus aliados de Sumar, Podemos y los nacionalistas tal y como se ha visto en recientes votaciones fallidas sobre la prostitución y el suelo pero ello no romperá la legislatura. Como parece cierto que el Congreso aprobará la ley de amnistía el día 30 de mayo aunque no se podrá aplicar directamente, a la espera del resultado de las cuestiones prejudiciales y de inconstitucionalidad que el Tribunal Supremo presentará ante el TJUE y el TC.
Como posible parece que el PP de Feijóo puede, según las encuestas, ganar las elecciones europeas el 9 de junio. Aunque no por mucha diferencia sobre el PSOE, que se apoya en las recientes diatribas de Milei, en el victimismo de Begoña y el reconocimiento del Estado de Palestina el próximo día 28. Y también parece que en los comicios europeos Vox mejorará y Sumar se hundirá en línea con lo que ya les pasó en Galicia, País Vasco y Cataluña.
Sus aliados, especialmente Puigdemont, no romperán la legislatura hasta que el Tribunal Constitucional no dicte su sentencia final sobre la ley de amnistía, probablemente hasta mediados o finales de 2026
Y muy probable es que Salvador Illa resultará investido, a partir del 10 de junio, presidente de la Generalitat catalana con los votos de ERC -que recibirá la presidencia del Parlament y teme la repetición electoral catalana- y los votos de los Comunes, para gobernar en minoría y con unos pactos puntuales con otros partidos y ahí también incluidos algunos con Junts.
De manera que Sánchez avanzará en la legislatura con los Presupuestos renovados de 2023 hasta finales de 2025, y puede incluso que hasta 2027 porque sus aliados, especialmente Puigdemont, no romperán la legislatura hasta que el Tribunal Constitucional no dicte su sentencia final sobre la ley de amnistía, probablemente hasta mediados o finales de 2026.
¿Irá Begoña al Senado?
Pero en medio de todo este maremoto político nos preguntamos: ¿cuál es la estrategia política del PP que preside Alberto Núñez Feijóo? Es cierto que Feijóo mejoró su actuación en el último debate del Congreso que ‘presidió’ Sánchez desde el banco azul con desvergonzadas maneras, dándole instrucciones a Francina Armengol. Y que Feijóo ha vuelto a convocar, para este domingo 26, una gran manifestación en Madrid en contra de la amnistía pero da la impresión de que el líder del PP va a remolque de Sánchez y Abascal y no acaba de liderar, con la firmeza que la situación nacional requiere, la alternativa con una estructurada iniciativa del PP.
Veremos si Feijóo recoge el guante que le lanzó Sánchez y lo convoca a él y a la aún innombrable Begoña a la Comisión de Investigación del Senado, o si lo deja para mejor ocasión. Sus misteriosos asesores frente a la formidable maquinaria de poder de Sánchez le aconsejan a Feijóo ‘moderación’, como ya ocurrió en las elecciones catalanas donde no habló de la amnistía, poniéndole sus estrategas una vez más ante la tentación y la disyuntiva de ‘ser o no ser’ el decidido jefe de la Oposición