«Que te vote Txapote» fue inicialmente la expresión de la indignación de un ciudadano anónimo que, en un modesto cartelito, le colocó la frase a Pedro Sánchez mientras se fotografiaba paseando por Sevilla en septiembre de 2022. Pocos días antes Javier García Gaztelu –un asesino de ETA– había sido trasladado a una prisión del País Vasco donde mejoró ostensiblemente sus condiciones carcelarias. El lema hizo fortuna y, comprensiblemente, encontró acomodo entre los muchos españoles que no comulgaban con la política penitenciaria del gobierno, quienes lo repitieron hasta la saciedad en cuantas ocasiones, sobre todo durante los actos electorales del PSOE, lo consideraron oportuno. «Vox populi, vox Dei» dice el viejo proverbio grecolatino; pero hete aquí que ahora, cuando la irritación del presidente es manifiesta ante la irreprimible fortaleza de esa idea popular, dos entidades relacionadas con víctimas del terrorismo –la Fundación Fernando Buesa y Covite– han salido en apoyo de Sánchez arrogándose una representación que no tienen y acusando a quienes corean el mencionado eslogan de banalizar el terrorismo, contribuyendo así a su legitimación, y a herir a sus damnificados.

Vayamos por partes. La citada Fundación, por no representar, ni siquiera lo hace con los hermanos de Fernando Buesa –que nunca hemos sido invitados a formar parte de su patronato–; y Covite, desde que hace años estuvo a punto de disolverse, sólo alberga a una minoría de las víctimas vascas de ETA. Pero esto no es lo más relevante. Cuando esas entidades –subordinadas en esto al partido socialista y, seguramente, a las fuentes de financiación que éste gestiona– acusan de banalizar el terrorismo al coro que afea a Sánchez su política, encubren que el verdadero menosprecio de la herencia que ETA dejó con su violencia en España fue el de conceder un papel político legitimador, como socio preferente, a Bildu. Y esto lo hizo el PSOE ocultando que la marca electoral de Sortu representa la continuidad política de la organización terrorista; que este partido cobija en sus filas, en sus listas electorales y entre sus dirigentes a numerosos «txapotes» –el más notorio de ellos, Arnaldo Otegi–; y que, en sus manifestaciones públicas, Sortu jamás ha condenado a ETA. «Que te vote Txapote» es, por tanto, una consigna justa.