EL MUNDO 07/01/15
· El Ejército defiende que es necesario para «no dejar al margen a la ciudadanía catalana»
El Ministerio de Defensa planea potenciar su presencia en Cataluña restableciendo un museo militar en Barcelona, después de que el ubicado en el castillo de Montjuïc fuera clausurado en 2009 durante el Gobierno socialista. El teniente general Ricardo Álvarez-Espejo, representante institucional de las Fuerzas Armadas en Cataluña, definió ayer la creación del museo como «un objetivo irrenunciable» y necesario para «no dejar al margen a la ciudadanía catalana».
Fuentes presentes en las conversaciones para desarrollar el proyecto revelaron a este diario que Defensa está «ultimando» su puesta en marcha. Según las mismas voces, está previsto instalar el complejo museístico en dos fases. Inicialmente, se realizaría una pequeña inversión para reconvertir la planta baja del edificio del Gobierno Militar de Barcelona y habilitar una sala de exposiciones. Con ello, el Ejército ya cumpliría su intención de volver a poner en contacto a la ciudadanía catalana con el patrimonio castrense de la región. Posteriormente, se acometería el proyecto definitivo ampliando la superficie expositiva.
La voluntad de Defensa es que el nuevo equipamiento pueda albergar parte de la colección que estaba instalada en castillo de Montjuïc hasta que el entonces alcalde, el socialista Jordi Hereu, decidió clausurar el museo instalado en la fortaleza una vez pasó a ser de titularidad municipal en virtud de un acuerdo alcanzado en 2007 entre el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y el Consistorio liderado por el PSC. Defensa quiere ahora que regresen a la ciudad piezas disgregadas por la geografía española, como las trasladadas al museo militar de Toledo o al castillo de Sant Ferran de Figueras (Gerona).
El teniente general del Ejército empleó ayer la celebración de la Pascua Militar en Barcelona para avanzar su intención de dedicar todo su «esfuerzo» a que los catalanes puedan volver a conocer de primera mano «la contribución de Cataluña a la historia militar española» y evitar que su «importante huella se soslaye», como ha venido ocurriendo desde el cambio de manos del castillo de Montjuïc.
Álvarez-Espejo defendió con cifras el interés de la sociedad catalana por conocer la historia de su Ejército. Así, recordó el teniente general que la exposición de material militar celebrada en El Bruc con motivo del Día de las Fuerzas Armadas recibió más de 16.000 visitas en dos días, que 700 personas participaron en la jura de bandera para personal civil que este año acogió ese mismo cuartel o que durante 2014 se celebraron una veintena de jornadas de puertas abiertas en la sede de la Capitanía General, con hasta 4.800 visitantes durante la festividad barcelonesa de la Mercè o con 1.500 durante la de Sant Jordi.
El previsible retorno del museo militar a Barcelona fue celebrado ayer por el líder del PP en la capital catalana, Alberto Fernández, que aplaudió la «positiva iniciativa». El popular lleva bregando desde la clausura de la muestra de Montjuïc por devolver a Barcelona el patrimonio del Ejército. «Una capital europea como la nuestra no puede permitirse seguir sin un museo militar propio porque la conexión de Barcelona con las Fuerzas Armadas arranca desde siglos atrás», justificó Fernández.