Félix Madero-Vozpópuli
- Si cae la presidenta de REE Sánchez se queda sin flotador
Un pobre hombre que llegó a ser jefe de gabinete de Pedro Sánchez y luego, por gracia del mismo, máximo responsable de Correos, terminó saliendo por la puerta de atrás, pero después de hundir la empresa pública con la que se entretuvo durante unos meses. ¿Sabía algo de una empresa como esta, amenaza por otros operadores privados de éxito? El enchufado en cuestión se llama Juan Manuel Serrano Quintana, y cobraba 185.725 euros.
Del desastre de gestión de Serrano nadie ha dado cuenta. Una empresa privada se hunde y pasan cosas, cositas, que dice Rubén Martín en la radio deportiva de la Cope. Hay dimisiones, responsabilidades que se pagan en proporción a la ruina causada. Serrano, no. Y su padrino, Sánchez, tampoco. La pólvora del rey es siempre gratis.
En el Gobierno sienten vergüenza por la gestión de Serrano, pero Sánchez no tanta, y tras el fracaso de Correos lo nombró director general de la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre. ¿Con qué conocimientos, preguntarán ustedes? Con los mismo con que dirigió Correos. Pero al frente de las autopistas se aburría, y aceptó una oferta de una empresa privada, Arcamo Control S.A, posicionada, me dicen, en los sectores del petróleo y el gas con experiencia en instalaciones de hidrógeno verde. El que lo fichó sabrá si Serrano sabe algo de este asunto, pero con su pan se lo coma, que es con su dinero con el que va a pagar el salario de este cráneo privilegiado.
¿Cuántos desastres más?
El mismo “líder absoluto” que nombró a Juan Manuel Serrano hizo lo propio con José Félix Tezanos -y perdonen la rima, que todo va encajando-. Este señor lleva al frente del Cis tanto tiempo como el que lo nombró lleva ocupando la presidencia del Gobierno. Su prestigio es inexistente entre la gente más seria del Psoe -la hay, amigos, pocos, pero la hay- que siente una sensación parecida a la urticaria cada vez que sale una nueva encuesta. La última, que podría haber hecho ayer en la estación de Madrid-Atocha, Santa Justa o María Zambrano, ha solemnizado el disparate y el sectarismo de tal forma que la conclusión es que cuantos más desastres hay alrededor de Pedro Sánchez, Dana, apagón, pandemia, compra de balas a Israel o caos ferroviario, más expectativas de voto tiene el partido sanchista. ¿Se acuerdan de aquello que decía Rajoy? “Cuanto peor, mejor para todos, y cuanto peor para todos, mejor, mejor para mí , el suyo beneficio político”. Es difícil encontrar un anacoluto más elocuente que este lío rajoyano para explicar el desastre de gestión de Tezanos.
Si Tezanos estuviera al frente de una empresa privada, el consejo de administración no habría podido soportar sus exageraciones y sectarismo, y menos aún la sensación de un universal ridículo
La pregunta que me hacía con el tal Serrano en oportuna con el presidente del Cis: ¿Quién responde de las mentiras demoscópicas de este señor? Porque esas mentiras tienen sus consecuencias en la conformación de la opinión pública, aunque también, por suerte, en el Club de la Comedia. Si Tezanos estuviera al frente de una empresa privada, el consejo de administración no habría podido soportar sus exageraciones y sectarismo, y menos aún la sensación de un universal ridículo que no se creen ni los más cafeteros de la calle Ferraz.
En los periódicos de ayer se pudieron leer voluntariosos artículos de columnistas muy renombrados dando por hecho que va a ver dimisiones tras el apagón que sumergió a España en un ridículo de dimensiones mundiales. Conviene recordar que en enero pasado, en una reunión de 200 inversores internacionales de primer nivel en Madrid, el Rey les dijo textualmente que “la posición geoestratégica de España era privilegiada” y que España es el país líder en energía renovables”. ¿Haría hoy el monarca el mismo discurso ante un público tan principal? Me temo que no. No, porque aún no sabemos qué es lo que pasó con el apagón. No, porque no tenemos la seguridad de que vuelva a pasar. No, porque nadie ha asumido la más mínima responsabilidad. No, porque la presidenta de Red Eléctrica nos tiene dicho que, en lo tocante a su responsabilidad, ella trabajó bien.
Si cae la presidenta de REE Sánchez se queda sin flotador. ¿Quién responde, quién paga las consecuencias del apagón? Piensen por un momento que algo parecido hubiera sucedido en Iberdrola, ¿de verdad creen que las cosas serían igual?
No sé de dónde sacan mis compañeros columnistas eso de que Beatriz Corredor va dimitir en breve. Si algo define el sanchismo es que ante un acontecimiento grave siempre hay un culpable fuera de su órbita. Hoy, eso de culpar a los operadores privados ya no cuela, pero lo ha intentado.
Los nombrados por Sánchez al frente de empresas públicas no pueden dimitir precisamente por eso, porque los ha nombrado Sánchez. ¿Qué espacio, que cargos hay entre Beatriz Corredor y Pedro Sánchez? No hay. Si cae la presidenta de REE Sánchez se queda sin flotador. ¿Quién responde, quién paga las consecuencias del apagón? Piensen por un momento que algo parecido hubiera sucedido en Iberdrola, ¿de verdad creen que las cosas serían igual? ¿Creen que los accionistas aceptarían que alguien les dijera que hasta dentro de medio año no sabremos qué ha pasado?
Nombramientos caprichosos
Siendo tan claros los casos que les traigo, mi esperanza en que las cosas cambien son pocas, en realidad ninguna. De la misma extravagancia que usa Sánchez para nombrar caprichosamente a inútiles pregonados está hecho el Pp cuando llega al Gobierno. No se enfaden los populares con el actual director general de RTVE cuando ellos pusieron a diputados al frente del ente. No se escandalicen porque el sobrepasado ministro Óscar López fuera presidente de Paradores porque ahí, en los Paradores nacionales, el Pp puso a la ex mujer de Rodrigo Rato. No se rasguen las vestiduras por la desastrosa gestión de Corredor, porque en Red Eléctrica se ha sentado como consejero el que fuera director de la Guardia Civil Arsenio Fernández de Mesa, a razón de 156.000 euros al año.
Sin esperanza, sin expectativas y poca ilusión. Así vamos echando el día. Pero no sean cenizos y piensen que ya más desastres no pueden pasar. Cómo canta Serrat: Bienaventurados los que están en el fondo del pozo porque de ahí en adelante sólo cabe ir mejorando. Que dicho en rajoyanés sería así: Cuanto peor, mejor para todos. ¡Qué grande Rajoy!